Joe Biden tiene COVID-19. Un contagio que llega en el momento más inoportuno para el presidente de Estados Unidos, que se ha visto obligado a cancelar un acto de campaña que tenía previsto para este miércoles en Las Vegas, mientras sigue creciendo la presión desde su propio partido para que dé un paso a un lado y abandone la carrera hacia la Casa Blanca.

El mandatario demócrata, que precisamente acababa de asegurar en una entrevista que se retiraría si un médico le dijera que tiene un problema de salud, dio positivo este miércoles mientras hacía campaña en el estado clave de Nevada, si bien tiene solo "síntomas leves" y no tiene fiebre, según informó la Casa Blanca.

La noticia se produce en un momento muy delicado para Biden, en el que se ha intensificado la presión para que retire su candidatura para las elecciones de noviembre. En las últimas horas, el influyente legislador demócrata Adam Schiff le ha instado públicamente a "pasar el testigo".

Schiff es un aliado cercano de la poderosa Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara Baja, y ella misma se ha mostrado ambigua en sus comentarios públicos acerca de si Biden debe seguir siendo el candidato. Según la 'CNN', la propia Pelosi le ha dicho a Biden en una llamada telefónica que las encuestas muestran que no puede vencer a Donald Trump y que puede acabar con las posibilidades de los demócratas de recuperar la Cámara de Representantes.

Por su parte, también el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, habría instado a Biden a retirarse una conversación el sábado, según 'ABC News', una opinión que también le habría trasladado el líder en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries.

Mitin cancelado en Nevada

Biden hacía campaña por segundo día en Nevada cuando dio positivo, justo antes del discurso que tenía previsto ante la convención anual de UnidosUS, una importante organización latina, para asegurarse el apoyo de los votantes de la comunidad hispanoamericana. La primera en anunciarlo fue precisamente su presidenta, Janet Murguía, que subió al escenario cuando el presidente llevaba ya más de hora y media de retraso para explicar que se había contagiado y no quería contagiar a nadie.

Minutos después, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, confirmaba en un comunicado que Biden, que está vacunado y ha recibido dosis de refuerzo contra la COVID-19, había dado positivo y estaba experimentando "síntomas leves". Además, indicó que tenía previsto volver a su residencia de Delaware para mantenerse en aislamiento para no contagiar a otros, aunque seguirá ejerciendo "plenamente" todas las labores de la Presidencia.

El médico del mandatario, Kevin O'Connor, ofreció más detalles en comunicado de la Casa Blanca en el que explicaba que Biden, de 81 años, presentó secreción nasal y tos seca, con malestar general, en la tarde del miércoles. Como no se sentía bien, se realizó un test que dio positivo y, a continuación, el presidente tomó una primera dosis del medicamento antiviral Paxlovid, aunque su frecuencia respiratoria es normal y no tiene fiebre.

Así, el presidente estadounidense, que ya tuvo COVID en 2022, tuvo que poner rumbo a su casa en la playa de Rehoboth, en Delaware, en vez de seguir haciendo campaña en Nevada como tenía previsto. Al llegar al aeropuerto de Las Vegas, Biden, que no llevaba mascarilla, levantó el pulgar de una de sus manos en señal de aprobación mirando a los periodistas que lo esperaban. Preguntado sobre cómo se sentía, respondió: "Me siento bien".

Dispuesto a retirarse si se le diagnostica un problema médico

Solo unas horas antes de haber dado positivo, el mandatario había grabado una entrevista que se transmitirá el jueves en 'Univision'. Previamente, en una entrevista publicada este miércoles con 'BET News', el presidente afirmó que reconsideraría su decisión de continuar con su campaña electoral si un médico le diagnosticara un problema médico grave, abriendo por primera vez la puerta a renunciar a su candidatura.

La presión para que abandone sus aspiraciones a la reelección ha crecido desde el desastre del debate contra Donald Trump a finales de junio, del que Biden salió muy mal parado. Más de una veintena de congresistas demócratas le han pedido ya que se haga a un lado, pero muchos más han expresado sus dudas sobre su edad y agilidad mental de Biden para enfrentar la dura campaña contra Trump, favorito en todas las encuestas y aún más reforzado tras el intento de asesinato que sufrió el pasado sábado en un mitin.