Bolsonaro pone en la diana al periodista que desveló el 'caso Snowden'. Fue el caso que le hizo famoso, pero Glenn Greenwald también sacó a la luz los trapos sucios del actual ministro de Justicia de Brasil. En concreto, sus conversaciones con los fiscales cuando era juez del caso contra el expresidente Lula.
"Moro era un juez parte de todo el proceso. No podía estar hablando con los fiscales sobre cómo dirigir el juicio contra Lula. Habla en un plural mayestático constantemente, diciendo 'qué tenemos que hacer'. Parece que el juez, que tendría que ser imparcial, es un fiscal que intenta encontrar pruebas incriminatorias contra Lula Da Silva", explica Eduardo Saldaña, codiretor del medio 'El Orden Mundial'.
Esa actuación irregular se destapó gracias a los chats y conversaciones de Moro con jueces y fiscales obtenidas por grupos de hackers. Ahora, la Fiscalía brasileña acusa a Greenwald de haber dirigido a esos piratas informáticos.
El periodista lo niega y destaca que tanto el Supremo brasileño como la Policía le dan la razón: "La policía federal realizó una exhaustiva investigación sobre nuestra cobertura periodística, nuestras fuentes... Y concluyó, en un informe hace solo dos meses, que todas las pruebas muestran que no cometí ningún delito".
Pese a todo, el Ministerio Público le acusa de delitos que podrían llevarle a prisión. Bolsonaro ya había amenazado con encarcelarle. "Tal vez acabe en 'chirona' aquí, en Brasil", llegó a decir el presidente brasileño ante los medios.
Greenwald es estadounidense, pero vive en Brasil desde hace años, cuando se casó con el ahora diputado David Miranda. Bolsonaro ha apelado varias veces a su orientación sexual para desacreditarle: "Está casado con otro hombre. Un sinvergüenza que, para evitar un problema (ser deportado), se casa con otro sinvergüenza".
Para las asociaciones de periodistas, este caso es un ejemplo más de la guerra de Bolsonaro contra la prensa.