El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, ha retado a los partidos de la oposición a presentar una moción de censura contra él, después de quelos tribunales hayan declarado ilegal la suspensión del Parlamento que él había ordenado.

"¿Va a esquivar un voto de confianza sobre mí como primer ministro?", preguntó Johnson al líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, que hasta ahora ha descartado esa opción e insistió en que el jefe de Gobierno debe dimitir.

Si el primer ministro perdiera una moción de censura podrían convocarse de forma automática unas elecciones anticipadas, un escenario que Johnson desea pero al que el Partido Laborista se opone por ahora, hasta que la posibilidad de un Brexit sin acuerdo el 31 de octubre haya desaparecido por completo.

"Si el partido de la oposición (laborista) no tiene confianza en este Gobierno, tiene la oportunidad de aprobar una moción. Hasta que la sesión llegue hoy a su término pueden presentar una moción de censura contra el Gobierno", afirmó Johnson.

El Ejecutivo conservador no cuenta con una mayoría que le respalde en la Cámara de los Comunes y Johnson ha perdido todas las votaciones parlamentarias que se han celebrado desde que llegó al poder a finales de julio.

Los partidos de la oposición han evitado hasta ahora una moción contra él y vetaron a principios de septiembre en dos ocasiones la propuesta del mandatario conservador para convocar unas elecciones, la vía que para el primer ministro podría desbloquear el proceso del Brexit. Al responder a Johnson, Corbyn afirmó que "tras la sentencia, el primer ministro debería haber hecho lo más respetable y resignar".

Once jueces del Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial del país, ordenaron por unanimidad reabrir el Parlamento, que había cerrado por orden de Johnson el 9 de septiembre y estaba previsto que permaneciera clausurado hasta el 14 de octubre.

"El veredicto de ayer representa un momento extraordinario y me parece que precario en la historia de este país. La más alta corte ha determinado que el primer ministro quebrantó la ley cuando trató de silenciar el escrutinio democrático en un momento crucial para la vida pública", consideró el líder laborista.

Johnson, por su parte, insistió en que la decisión de los jueces fue "errónea" y que el tribunal no debería haberse pronunciado sobre "lo que es esencialmente una cuestión política".