A pesar de que su marido ya no es presidente de Francia, Carla Bruni sigue viajando gratis en primera clase con la aerolínea nacional. Se trata de un privilegio de los expresidentes franceses y sus esposas que la cantante está aprovechando para ahorrarse miles de euros en los vuelos de la promoción de su nuevo disco. El asunto ha indignado a los trabajadores de la compañía, en pleno proceso de recortes.