La Policía Judicial de Portugal ha lanzado al menos 100 órdenes de busca y captura contra una decena de militares y otros agentes de las fuerzas públicas del país por su supuesta implicación en una megacaso de tráfico de drogas, oro y diamantes, aprovechando su participación en las misiones de Naciones Unidas.
Las autoridades portuguesas han llevado a cabo registros en varias ciudades del país, entre ellas Lisboa, Oporto, Bragança y Vila Real, siendo el cuartel militar de Comando, situado en la freguesia de Carregueira, en el centro del país, uno de los principales objetivos de la investigación, según cuenta el periódico 'Público'.
Los sospechosos son militares tanto en activo como retirados, agentes de la Guardia Nacional Republicana (GNR) y de la Policía de Seguridad Pública (PSP), sospechosos no solo de tráfico de drogas y piedras preciosas, sino también por blanqueo de dinero, de acuerdo con la investigación que data de 2020.
Según la investigación, aprovechando la participación de Portugal en misiones militares de Naciones Unidas, particularmente en República Centroafricana (RCA), los sospechosos transportaron drogas, oro y diamantes desde ese país a Europa a través de aviones militares.
Más Noticias
Intento de asesinato contra Donald Trump, en directo | Biden admite que fue "un error" decir que había que ponerle "en la diana"
Guerra Rusia - Ucrania, en directo | Trump exigirá conversaciones de paz Ucrania-Rusia si es reelegido, según Orbán
Guerra en Gaza, en directo | Israel mata a cinco palestinos, tres de ellos niños, en un bombardeo contra el campo de refugiados de Maghazi
"Hitler de Estados Unidos" o "idiota cínico": los comentarios de Vance sobre Trump antes de convertirse en su candidato a vicepresidente
Trump reaparece con la oreja vendada tras el atentado y se corona como candidato y 'mesías' republicano
En el caso de los diamantes, una vez en suelo portugués eran transportados por tierra hasta Amberes y Bruselas, donde son vendidos a precios millonarios. El dinero obtenido posteriormente era invertido en bitcoins, una moneda virtual sin el control de las autoridades financieras, o bien recurrían a testaferros que a cambio recibían el 50 por ciento del valor depositado en sus cuentas.