El accidente más grave desde 2018
Una cadena de fallos bajo sospecha: el helicóptero del Hudson volaba sin combustible y se desintegró en el aire
Las causas Los investigadores analizan si el desgaste por exceso de vuelos, la falta de mantenimiento y un fallo estructural provocaron la tragedia que costó la vida a seis personas, entre ellas una familia española.

Las autoridades neoyorquinas investigan a contrarreloj las causas del accidente de helicóptero más mortal en la ciudad desde 2018. Las imágenes del siniestro, en el que han muerto seis personas —entre ellas una familia española con tres niños— muestran cómo la aeronave pierde en pleno vuelo tanto el rotor principal como la cola, segundos antes de estrellarse contra el río Hudson.
Uno de los elementos clave de la investigación es el aviso del piloto, que poco antes del impacto alertó por radio de que tenía "poco combustible". Según la empresa operadora, era el sexto vuelo que realizaba ese día. El dato abre serias preguntas sobre el mantenimiento del aparato, la planificación del vuelo y la toma de decisiones en cabina.
Desprendimiento en vuelo: una avería muy poco frecuente
Las imágenes grabadas por testigos muestran con claridad cómo el helicóptero comienza a desintegrarse en el aire: primero se desprenden las hélices principales, luego parte de la cola, y finalmente la cabina cae en picado sin posibilidad de planeo. Para los expertos, se trata de una situación extremadamente inusual.
"Que se desprendan los dos rotores de un helicóptero es algo que no ocurre de forma casual. Tiene que haber un fallo estructural o mecánico de gran magnitud", señala Pere Pla, del Colegio de Ingenieros Aeronáuticos de Cataluña. "Sin el rotor principal, el piloto no puede hacer absolutamente nada", añade.
Posible giro incontrolado del fuselaje
Otra de las hipótesis es la pérdida del rotor de cola, responsable de estabilizar el helicóptero frente a las fuerzas de torsión que genera el rotor principal. "Si ese rotor falla, el helicóptero comienza a girar sobre sí mismo. Y si ese giro es excesivo, puede acabar arrancando el rotor de cola", explica Ruben Dapica, piloto y portavoz del COPAC.
Según Dapica, ese tipo de fallo puede desembocar en un colapso estructural, especialmente si el helicóptero no ha sido correctamente revisado entre vuelos o si ha operado al límite de sus capacidades.
El helicóptero siniestrado es un modelo habitual en los vuelos turísticos de Nueva York, con un historial de seguridad generalmente sólido. Sin embargo, esta es la tercera vez en poco más de una década que una aeronave de la misma compañía sufre un incidente grave: en 2013 aterrizó de emergencia en el Hudson, y en 2015 otro helicóptero se estrelló al volar sin control cerca del suelo.