Vestida y caracterizada como Audrey Hepburn, Dylan Mulvaney, influencer y activista trans, ha sido la imagen escogida por Bud Light para publicitar su cerveza. Una campaña que, según aseguraba, coincidía además con la celebración de "sus 365 días siendo mujer". El anuncio rápidamente suscitó la repulsa del sector ultraconservador de Estados Unidos, que comenzó un boicot sin límites en las redes sociales para desprestigiar la marca.

En un sin fin de vídeos compartían su ira cargando a tiros, con un tractor o una apisonadora con los que destrozaban las latas de esa marca. Se han producido así daños que no solo se han reflejado en las redes, sino también a nivel económico, porque esta campaña de desprestigio le ha supuesto a la compañía su caída en bolsa y pérdidas millonarias, de más de 5.000 millones de dólares.

A este complot se ha sumado también el exjefe de campaña de Donald Trump, Seth Weather, que ha aprovechado la coyuntura para publicitar su propia cerveza con este eslogan "Estados Unidos ha estado comprando cerveza a una compañía que ni siquiera sabe qué baño usar".

Pero la polémica ha sido tal que ha generado división incluso en el mundo de la música. Cantantes míticos como Kid Rock o Travis Tritt han mostrado su desprecio a la firma por esta campaña. De hecho, Tritt ha anunciado que va a dejar de consumir su bebida en sus giras. Aunque no todo han sido críticas: la banda de rock The Offspring o el cantante de country Zach Bryan han salido en defensa de Bud Light, de la diversidad y de lo verdaderamente importante, que es el mensaje que tratan de transmitir.