Prosiguen los intentos de reflotar el súper portacontenedores de bandera panameña Ever Given, que bloquea el canal de Suez desde el martes, mientras son ya más de 270 los barcos en cola para cruzar desde el mar Rojo al mar Mediterráneo y viceversa.
La compañía Leth Agencies, que ofrece servicios logísticos en diferentes canales y estrechos del mundo, ha informado de que los barcos remolcadores siguen asistiendo al Ever Given, de 400 metros de eslora y capacidad de más de 200.000 toneladas, que quedó varado y atravesado en el tramo sur del canal.
La empresa calculó que son ya 276 los barcos que se acumulan en los accesos norte y sur del canal de Suez, después de tres días completos de bloqueo y después de que se suspendiera la navegación el jueves.
El Ever Given bloquea el acceso desde el sur, pero los barcos procedentes desde el norte tampoco pueden proceder y 42 esperan actualmente en el Gran Lago (punto intermedio), mientras que la mayoría (127) se encuentra en el golfo de Suez, al sur del canal en el mar Rojo.
La Autoridad del Canal de Suez anunció el viernes por la noche que nueve barcos remolcadores empezaron las maniobras para mover el Ever Given, después de que fuera eliminada toda la arena posible de la proa, que había quedado encallada en una orilla del paso artificial. Sin embargo, el éxito de esas maniobras dependen de "factores auxiliares, como la dirección del viento y las mareas, lo que lo convierte en un proceso técnico complejo", afirmó en un comunicado.
Rusia propone una ruta alternativa
Ante el bloqueo que sufre el canal de Suez, Rusia plantea al mundo la Ruta Ártica, una alternativa que, sostiene, será más rápida, barata, segura y ecológica para el transporte de mercancías, pero que aún debe demostrar su fiabilidad.
"El precedente de Suez demuestra la fragilidad de cualquier ruta entre Europa y Asia. En esta situación, aumenta su importancia la Ruta Marítima del Norte, cuya competitividad crece año a año", aseguró a la prensa Vladímir Panov, especialista para el Ártico de la agencia nuclear rusa, Rosatom.
Rusia es la potencia ártica por excelencia, tanto por su situación geográfica, como por su flota de rompehielos atómicos, los únicos capaces de romper el hielo y surcar los mares septentrionales durante los doce meses del año. La Ruta Ártica fue lanzada en 2011 por el presidente ruso, Vladímir Putin, pero es un proyecto de futuro, ya que el Kremlin no espera que funcione como un corredor internacional de pleno derecho hasta 2035.
De hecho, en 2020 cruzaron el canal de Suez embarcaciones con 1.170 millones de toneladas a bordo, mientras que casi 33 millones de toneladas trasegaron el pasado año por la ruta norteña. Más de la mitad de dicho volumen, unos 18 millones de toneladas, correspondió a gas licuado.
Un barco tiene que recorrer 10.600 kilómetros para llegar por el norte desde la ciudad rusa de Murmansk al puerto chino de Shanghái, mientras que si opta por cruzar el canal necesitará surcar 17.700 kilómetros. Además, la travesía por Suez lleva 35 días de media, mientras la arteria promovida por Rusia supone un ahorro de 10-12 días por barco, es decir, es un tercio más corta. Según el Gobierno ruso, las compañías mercantes se ahorrarían hasta 500 millones de euros al año gracias "al menor nivel de emisiones de dióxido de carbono".
"El menor nivel de emisiones se logra con la notable reducción de la longitud de la travesía", dijo Anatoli Bobrakov, viceministro de Economía ruso. Los pronósticos rusos son que para 2024 el volumen de mercancías por este itinerario ascienda a 80 millones de toneladas.