Los equipos de rescate pican los escombros con vehemencia. Hay varias vidas en juego y las próximas 48 horas son críticas para encontrar a los atrapados con vida, pero no pueden llegar a todas partes.
"Estaba durmiendo cuando se produjo el terremoto. No pude escapar porque el techo se me cayó encima. Me quedé atrapada", relata Fatna Bechar, quien recuerda que fueron sus propios vecinos quienes la salvaron al retirar los escombros con sus propias manos".
En los pueblos de la cordillera del Atlas, el epicentro del terremoto, el acceso se hace más complicado. "Hay varias carreteras bloqueadas, mucha gente no puede encontrar a sus padres y muchos siguen bajo los escombros", lamenta ante las cámaras Adeeni Mustafa, residente en Asni. Recuerda que la gente sigue buscando a sus familiares. "Todo se les vino encima: las montañas, sus casas... No se puede pasar", insiste, como puede observarse en el vídeo situado sobre estas líneas.
Los efectos del temblor se han notado en esta zona con más fuerza. Hay pueblos en los que ha muerto el 25% de sus vecinos. Y a los viejos edificios de la histórica medina de Marrakech también les ha costado resistir el seísmo, pero no han sido los únicos. Un testigo, Mohamed Aithadi, señala que existen "muchos daños" en numerosas construcciones.
La pasada noche, miles de personas en Marrakech volvieron a dormir al raso. Muchos de ellos no tienen ahora un lugar para dormir, aunque también continúa el miedo a las posibles réplicas. "Volví a mi casa y noté muchas grietas en las paredes. No puedo dormir allí", relata Mouhamad Ayat Elhaj, vecino de la ciudad.