Condicionada por el mal tiempo
La catedral de Notre Dame renace cinco años después del devastador incendio
Abre sus puertas La reapertura del monumento se ha visto condicionada por el mal tiempo, que ha obligado a trasladar los actos al interior de la catedral.
Cinco años y medio de intenso trabajo junto al Sena han culminado en una gesta que parecía imposible: reabrir Notre Dame en tiempo récord y devolverla su esplendor. El mal tiempo, sin embargo, ha obligado a adaptar las celebraciones a última hora y mover todos los actos al interior del templo.
"De común acuerdo entre la diócesis de París y la Presidencia de la República, toda la ceremonia tendrá lugar en el interior de la catedral de Notre Dame de París", detallaron esas dos instituciones a última hora del viernes en un comunicado conjunto, donde precisaron que se prevén rachas de viento de entre 65 y 80 kilómetros por hora en la región.
Inicialmente, el presidente francés, Emmanuel Macron, debía tomar la palabra en la explanada de la catedral pocos minutos después del comienzo de la ceremonia. Estaba planificado así para tener dos tiempos muy marcados: una ceremonia oficial, política y laica, en el exterior y otra en el interior, más puramente religiosa, con el arzobispo de París, Laurent Ulrich, como protagonista.
Con los ajustes por el mal tiempo, Macron ha recibido en la explanada de Notre Dame a los alrededor de cuarenta jefes de Estado y de Gobierno que acuden a la ceremonia. La lista incluye a los reyes de los belgas Felipe y Matilde; al presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier; a la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden; al jefe de Estado paraguayo, Santiago Peña, o al de la República Democrática del Congo, Félix Tshisekedi.
Trump, Macron y Zelenski, juntos
Entre los asistentes están también el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el próximo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, en el que fue su primer viaje internacional tras haber ganado las presidenciales estadounidenses de noviembre pasado. Ambos han sido recibidos por Macron.
Además, los tres han dejado la imagen política de la reapertura de Notre Dame. Con el presidente electo a apenas un mes para tomar posesión y volver a la Casa Blanca, Trump y Macron han posado con Zelenski en un momento clave en la guerra en Ucrania.
Fuerte despliegue de seguridad
Otras personalidades han tenido que declinar la invitación a la reapertura, como los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, y tampoco ha estado en Notre Dame el papa Francisco, aunque el arzobispo de París ha leído un mensaje suyo. Tras los saludos oficiales, Ulrich ha procedido a la apertura oficial de la catedral -recitando tres salmos y golpeando la puerta con una cruz- para continuar en el interior con la parte política de la ceremonia, con el discurso de Macron incluido.
Los actos se han desarrollado en medio de un fuerte despliegue de seguridad con 6.000 agentes, un dispositivo de vigilancia antidrones y los comercios cerrados en el perímetro alrededor de la catedral durante todo el fin de semana, lo que ha ocasionado algunas quejas.