Los ciudadanos de Sri Lanka, que fue víctima de un ataque terrorista hace unos días, han podido seguir desde su casa la misa retransmitida por televisión y radio por la iglesia católica; todo esto después de que la Conferencia Episcopal decidiera cerrar todas las iglesias por temor a nuevos ataques.
La ceremonia fue dirigida por el cardenal Malcolm Ranjith, acompañado de otros sacerdotes, y a ella asistieron el presidente el país, Maithripala Sirisena, y el primer ministro, Ranil Wickremesinghe. Según datos de la Conferencia Episcopal, en el país habría un 6,1% de católicos en una población de 22 millones de habitantes.
Durante el sermón, el cardenal recordó a las víctimas del atentado y al sufrimiento provocado por los nueve terroristas, a los que se refirió como un "insulto a la humanidad". También se pidieron oraciones por la seguridad del país y la coexistencia.
Desde el ataque producido en las celebraciones de Pascua, las fuerzas de seguridad han realizado redadas y la desactivación de decenas de explosivos.