Jacob Chansley fue la cara más visible del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Tras la negativa de Donald Trump a abandonar la Casa Blanca y las acusaciones de fraude electoral, sus seguidores más radicales tomaron el Congreso de los Estados Unidos, y la cara de Chansley dio la vuelta al mundo por irrumpir en la cámara vestido con unos cuernos de bisonte y una capa de coyote.
Fue condenado a 41 meses de cárcel, y tras su paso por prisión, se encuentra en libertad vigilada. Ahora pide que la administración le devuelva su atuendo, que desde el juicio está bajo custodia federal.
La justicia rechazó su solicitud, ya que ese 'disfraz' fue utilizado para dar fuerza durante el asalto. Un juez ha pedido que le sean devueltos alegando que el mero hecho de que fuese utilizado durante el asalto al Capitolio no es motivo para que su propietario no pueda recuperarlo.