China ha registrado una explosión de contagios durante las últimas semanas tras la retirada de la mayoría de las restricciones, decisión motivada por las manifestaciones de la sociedad en contra de la política de Xin Jinping 'Covid Zero'. Como consecuencia, varios países -principalmente de Asia pero también Estados Unidos y algunos europeos, como España - han comenzado a exigir un test negativo de coronavirus o la pauta completa de vacunación para permitir la entrada de los viajeros procedentes del país asiático. El Gobierno de China, lejos de comprender la reacción de estos países, ha calificado de "inaceptables" sus medidas adoptadas.
Alega que no hay argumentos científicos que justifiquen las restricciones aprobadas por gobiernos como el de España. "Nos oponemos firmemente a manipular las medidas de prevención y de control de la pandemia para lograr objetivos políticos", ha afirmado la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, en una comparecencia ante los medios recogida por la prensa oficial. Así, Pekín se reserva el derecho a adoptar represalias, en virtud del "principio de reciprocidad" que rige las relaciones internacionales. La portavoz no ha entrado en más detalles sobre estas posibles réplicas. Tampoco se ha pronunciado sobre la propuesta que habría hecho la Unión Europea al país asiático.
La comisaria europea de Salud, Stella Kyriakides, se habría acercado a sus homólogos chinos para ofrecerlesvacunas gratuitascontra el virus de la COVID-19. "La Unión Europea está lista para ofrecer su apoyo, incluida la experiencia en salud pública y las donaciones de vacunas", indicó hace unos días la comisaria a través de su perfil en la red social Twitter.