El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha protagonizado la primera reunión en persona con un alto cargo chino tras la crisis desatada entre ambos países por el descubrimiento y derribo de un globo "espía" chino sobre territorio estadounidense.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha explicado a través de su perfil de Twitter que el encuentro, que ha tenido lugar durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, ha sido con Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China (PCCh).
"Condené la incursión del globo de vigilancia de la República Popular China (PRC) y subrayé que no debe volver a pasar. Advertí a China contra el suministro de material de ayuda a Rusia y también enfaticé la importancia de mantener abiertas líneas de comunicación", ha contado tras el encuentro.
La tensión entre China y Estados Unidos se ha disparado después de que las autoridades estadounidenses derribaran el pasado 4 de febrero un globo chino que según Washington forma parte de un programa de espionaje y que para Pekín tenía solo fines meteorológicos.
Estados Unidos abatió posteriormente otros tres objetos voladores en su territorio y Canadá, cuyo origen están investigando las autoridades estadounidenses y canadienses, pero que según el presidente estadounidense, Joe Biden, no parecen tener ningún vínculo con el globo "espía".
El hallazgo de ese primer globo provocó que Blinken suspendiera el viaje que tenía previsto hacer a Pekín a principios de febrero y lo pospusiera hasta que se "den las condiciones" adecuadas para que tenga lugar.
China califica el derribo del globo de "histérico"
Desde la otra parte, Wang ha calificado la decisión de derribar el globo de "reacción absurda e histérica" y sostiene que se trató de algo "inaceptable". El representante chino ha reiterado que era un artefacto civil y sin posibilidades de ser dirigido a distancia, así como que el hecho de abatirlo "no muestra la fortaleza de Estados Unidos", sino "al contrario".
En este contexto, el alto diplomático chino ha emplazado a Estados Unidos a mostrar "sinceridad", "corregir sus errores" y "reparar el daño" provocado a las relaciones bilaterales. Considera que Estados Unidos debería haber gestionado el incidente de forma "conjunta", "racional" y "profesional".