Los sindicatos franceses han conseguido sacar a las calles del país a cientos de miles de personas con ocasión del 1 de mayo. La "fiesta" por el Día Internacional de los Trabajadores se ha convertido en una nueva prueba de fuerza contra la reforma de las pensiones, ladecimotercera desde comienzos de enero.
El objetivo de las marchas, como han recordado desde los sindicatos, ha sido, sobre todo, el de reiterar el rechazo de la clase trabajadora a la reforma de las pensiones, promulgada el 15 de abril, que retrasa la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, y que ha conseguido mantener a los sindicatos unidos.
Los líderes de los principales sindicatos, que han desfilado juntos (algo que no ocurría en un 1 de mayo desde 2009), han calificado de "histórica" esta movilización, aunque una parte del protagonismo informativo lo han vuelto a capitalizar los grupos violentos.
La Confederación General del Trabajo (CGT) afirma que hubo 2,3 millones de manifestantes en todo el país (550.000 solo en París). De ser así, sería el segundo día con mayor participación desde que empezó el 19 de enero el movimiento contra la reforma de las pensiones. En cambio, el Ministerio del Interior contabiliza 782.000 manifestantes en todo el país y 112.000 en la capital.
Aunque las marchas se han desarrollado sin incidentes en la inmensa mayoría de las 300 que se habían organizado por todo el país, ha habido diversos altercados en Nantes, Lyon, Toulouse y, sobre todo, en París.
En la capital, las escaramuzas fueron continuas a lo largo de todo el recorrido de la manifestación entre la plaza de la República y la de la Nación entre las fuerzas del orden y grupos radicales, que reventaron escaparates y vitrinas de comercios o entidades financieras y quemaron contenedores y todo tipo de mobiliario urbano.
Estos altercados han tenido como respuesta por parte de la policía cargas, gases lacrimógenos y el uso de cañones de agua a presión para dispersar a los alborotadores. Estos cañones de agua también se han empleado para sofocar un incendio originado en un edificio de la Plaza de la Nación.
Durante estos actos violentos, un total de 180 policías han resultado heridos. Uno de ellos de gravedad por las quemaduras causadas por el impacto de un cóctel incendiario.
Amplio despliegue policial
Las autoridades de Francia han informado este martes de que al menos 540 personas han sido detenidas en el marco de las protestas registradas durante la última jornada en las principales ciudades del país y han situado en más de 400 los policías y gendarmes heridos.
Las fuerzas del orden han utilizado drones para supervisar las marchas, una cuestión que ha generado polémica en los días previos y que ha dado lugar a recursos judiciales para evitarlo, con el argumento de que esos dispositivos iban a cercenar las libertades públicas. Según la Prefectura (delegación del Gobierno) del departamento de Ródano, el recurso a los drones ha permitido la detención de una treintena de personas causantes de incidentes en Lyon.
Las autoridades han indicado que solo en París han resultado heridos 259 personas, mientras que ya son 61 los manifestantes heridos, 31 de ellos en la capital, según informaciones de la cadena de televisión BFMTV. "¿Dónde está la condena de Jean Luc Mélenchon contra los ataques contra policías?", ha puntualizado el ministro, en un renovado ataque al líder de Francia Insumisa, al que ha acusado de mantenerse equidistante y no condenar la violencia, según informaciones del diario 'Le Figaro'. "Su silencio lo hace cómplice", ha dicho.
Protestas también en Italia o Turquía
En Italia, algunos manifestantes turineses han aprovechado la marcha de hoy para mostrar su rechazo a la OTAN. Los trabajadores del sector ferroviario italiano han mantenido desde ayer un parón de 24 horas, que ha provocado retrasos y cancelaciones, para exigir salarios más altos y mejores condiciones laborales.
Misma reivindicación que los enfermeros en Reino Unido o los profesores en Alemania. Y en Turquía, la policía ha detenido a 35 manifestantes en la capital cuando intentaban acceder a la plaza Taksim, todo un símbolo desde que el 1 de mayo 1977 las fuerzas de seguridad asesinaran a casi medio centenar de trabajadores.