El atasco de la libertad: miles de refugiados sirios buscan volver a un país que dejaron a la fuerza

Miles de sirios han decidido volver a su país tras la caída del régimen de Bashar al-Asad a manos de los rebeldes y milicias terroristas. El día después de la caída de la dictadura ha sido protagonizado por atascos de coches en las calles de la capital siria, Damasco. Mientras, en la frontera de Turquía y Líbano con Siria, los refugiados sirios hacen colas inmensas para regresar a un país que dejaron hace años. El Gobierno turco ya ha avanzado que favorecerá su retorno, mientras bombardea en el norte del país posiciones kurdas.

Sin embargo, no todo es felicidad por el retorno a la patria, ya que la situación en Siria es de incertidumbre y durante estos días de vacío de poder se han producido saqueos. Los rebeldes, que no se sabe en qué dirección llevarán al país, ha intentado poner cierto orden imponiendo un toque de queda de 13 horas al día en la capital: desde las 16.00 horas hasta las 5 de la madrugada y sin tiempo definido.

Ellos justifican que la decisión la toman para frenar el caos y evitar saqueos como el del banco central de Damasco, donde se ha visto a personas cargar con bolsas llenas de dinero. El líder islamista de los insurgentes, Abu Mohammad al-Jolani, ha asegurado que "no aceptarán ni permitirán que aparezcan o disparen armas en las calles". En las horas sin toque de queda, la celebración contenida explota con tiros al aire y cánticos.

"No puedo describir el sentimiento: es un sueño, un sueño del que aún no hemos despertado", han expresado algunos sirios. Sin embargo, tras ese sueño vendrá la realidad de gestionar un país fracturado. Se plantea un período de transición de 18 meses previo a convocar elecciones, redactar una nueva Constitución en seis meses y celebrar un referéndum como base a esos comicios. Los rebeldes prometen consenso y una alternativa pacífica.

Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes de la Universidad Complutense de Madrid, ha explicado que "no pueden imponer por la fuerza un Estado Islámico porque hay un porcentaje muy significativo de la población que es laica". "Tendrán que formar un gobierno inclusivo donde estén representadas todas esas sensibilidades", ha detallado.

A nivel internacional, a Estados Unidos le preocupa el vacío de poder, por eso ha atacado 75 objetivos de ISIS mientras Israel lanza, dice, ataques precisos contra sistemas de armas químicas para que no caigan, asegura, "en manos de extremistas".

6,8 millones de sirios abandonaron el país

La caída del régimen, además, deja un escenario de incertidumbre política que se extiende también a lo social y que observan de cerca los 6,8 millones de sirios que se encuentran actualmente como refugiados, víctimas de un éxodo que escaló en 2011 al albor de la guerra desatada tras las protestas de la Primavera Árabe.

La de Siria está considerada la mayor crisis de desplazamiento de todo el mundo, con más de 14 millones de personas fuera de sus hogares. La cifra aglutina a 7,2 millones de desplazados internos y a 6,8 millones de refugiados, de los cuales 5,5 millones viven en los países vecinos -Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto-.

Alemania es el país no adyacente que más refugiados sirios acoge, con más de 850.000, aunque el futuro de las nuevas solicitudes está en el aire. Un portavoz de la Oficina para la Migración y los Refugiados alemana ha confirmado a la agencia de noticias DPA que paralizarán el estudio de las peticiones pendientes tras la caída de al-Asad.

Por su parte, Turquía ha asegurado que trabajará por el regreso seguro y voluntario de los inmigrantes sirios que acoge y ayudará en la reconstrucción de Siria, según ha informado este lunes el ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan. En un discurso ante la Conferencia de Embajadores Turcos en Ankara, Fidan ha asegurado que Turquía estaba dispuesta a proporcionar apoyo para la reconstrucción de Siria y que estaba coordinando con todos los "actores y partidos regionales".

"En el futuro queremos una Siria en la que los diferentes grupos étnicos y religiosos vivan en un clima de gobierno incluyente y en paz. Queremos ver una nueva Siria que se relacione rápidamente con sus vecinos, que añada paz y estabilidad a su región", ha afirmado.

"Seguiremos trabajando para garantizar el retorno seguro y voluntario de los sirios y para la reconstrucción del país", ha señalado Fidan. Añadió que Ankara apoyará a los sirios en esta "nueva fase" en Damasco, pero que grupos como el Estado Islámico y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que Ankara considera organizaciones terroristas, no deben beneficiarse de la situación.