Un tribunal de Sudán condenó a muerte a una joven de 19 años por matar a su marido después de que éste la violara, tras negarse la familia del hombre a aceptar una compensación económica.
La mujer, Nura Hussein, fue obligada por su familia a casarse con el hombre cuando tenía 16 años, si bien posteriormente se fugó de su nueva casa y volvió con su familia debido a que era infeliz.
La joven volvió a la casa de su marido tras ser engañada por su propia familia, según dijo ella misma, y violada pocos días después por su marido mientras varios primos del hombre la mantenían inmovilizada. Un día después, el marido intentó violarla de nuevo y ella le apuñaló para evitarlo. Después de eso, huyó de nuevo a casa de su familia, que la entregó a la Policía.
Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión británica BBC, un juez de la localidad de Omdurmán ofreció a la familia del esposo la posibilidad de absolver a la joven a cambio de una compensación, si bien han preferido que sea ejecutada.
Los abogados de Hussein ya han anunciado que apelarán la sentencia, mientras que la organización no gubernamental Igualdad Ahora escribirá al mandatario, Omar Hasán al Bashir, para pedir que le conceda el perdón. Sudán ocupa el puesto 165 de 188 países en el Indice de Desigualdad de Género de Naciones Unidas, y ONU Mujeres afirma que la violencia contra mujeres y niñas está extendida en el país.
El país no ha firmado la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y su legislación no criminaliza las violaciones en el matrimonio ni el matrimonio infantil.
Las leyes del país permiten el matrimonio de una niña una vez alcanza la pubertad y que una niña de diez años pueda casarse con la autorización de su 'guardián' y de un juez. Una de cada tres mujeres sudanesas se casan antes de los 18 años, según ONU Mujeres.