El éxodo de los palestinos recuerda a tiempos oscuros: decenas de miles de personas son expulsadas de sus hogares por Israel y sus colonos hacia no se sabe dónde porque, desde hace mucho tiempo, no hay lugar seguro. Familias enteras cargando lo poco que les queda y vídeos que nos recuerdan demasiado al nazismo y que los israelíes deben tener muy presente, pero algunos parece que lo han olvidado.
Niñas israelíes hacen pompas de jabón mientras a pocos kilómetros se eleva una columna de humo sobre el horizonte de la Franja de Gaza. A pocos kilómetros del enclave palestino, en medio de la nada, un grupo de colonos israelíes baila, salta y canta en círculo, mientras de fondo resuena la artillería israelí dentro del devastado territorio.
Allí, acuden los colonos judíos y exigen volver porque, dicen, es su tierra y les pertenece. "Toda esta área es una gran célula terrorista (...) Cuando tienes un corte en tu cuerpo y ese corte tiene una infección tienes que eliminar la infección", cuenta uno de los organizadores que, preguntado por si ese oscuro discurso le suena de algo como las deportaciones masivas.
"Oscuro es lo que sucedió aquí hace un año", dice en referencia a los ataques de Hamás del 7 de octubre, motivo que ven más que suficiente para colonizar toda la Franja. Por otro lado, Hadar y su marido pretenden asentarse definitivamente allí con sus hijos, no parece importarles que sea una zona de guerra. "Dios nos protege, esa es nuestra misión", dice la mujer.
Los colonos ya no son un grupo de fanáticos que se sienten aislados, a este asentamiento dentro de la Franja acuden los ministros más ultras además de los del partido del primer ministro, Benjamín Netanyahu. A eso, se le une la llamada abuela de los colonos, la líder del movimiento.
Daniella Weiss, líder del movimiento colonizador Nachala, asegura que "su intención es sitiar toda la Franja de Gaza, no una parte ¡toda la Franja de Gaza de norte a sur!". Aunque hacer realidad esa idea suponga repetir uno de los capítulos más oscuros de la historia.