El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado por perdido el acuerdo migratorio fraguado durante meses en el Senado por un grupo bipartidista después de que en su última reunión sobre el asunto calificara a naciones como El Salvador o Haití como "países de mierda".

El presidente de EEUU, Donald Trump

Trump ha acusado a los demócratas de haber acabado con un posible acuerdo migratorio, después de que se filtrarán los polémicos comentarios que el mandatario hizo en dicho encuentro en la Casa Blanca, donde los legisladores de ambos partidos le dieron detalles sobre su propuesta.

"Los demócratas son todo palabras y nada de acción. No están haciendo nada para arreglar DACA. Una gran oportunidad perdida. ¡Muy mal!", ha escrito el magnate en su cuenta de Twitter sobre la situación de los jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños.

El presidente estadounidense, Donald J. Trump, pronuncia un discurso junto al presidente del Centro Martin Luther King Jr., Isaac Newton Farris Jr y al secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Ben Carson

"No creo que los demócratas realmente quieran ver un acuerdo sobre DACA -prosiguió-. Este es el momento, pero, día tras día, están desperdiciando la gran oportunidad que tienen. ¡Demasiado!", ha añadido en la misma red social.

Varias fuentes del Senado no dan por muertas las negociaciones, pero reconocen que tenían más posibilidades de éxito antes de dicha reunión, a la que acudieron senadores y asesores republicanos del ala más extrema del partido.

El grupo negociador, formado por tres senadores demócratas y tres republicanos, había alcanzado un principio de acuerdo legislativo que cumplía los requisitos exigidos por la Casa Blanca para aprobar una ley que dé un camino a la ciudadanía a más de un millón de jóvenes que ahora son susceptibles a la deportación y que se criaron en EEUU, los conocidos como "soñadores".

Trump, sobre los migrantes de El Salvador y Haití: "¿Por qué tenemos a gente de países de mierda viniendo aquí?"

Pero otra de las disposiciones de la propuesta legislativa bipartidista contempla la eliminación de la lotería estadounidense con la que ahora se reparten 50.000 visados anuales, para transformar la mitad de ellos en visados para aquellos que se han visto afectados por el fin del Estatus de Protección Temporal (TPS).

Cuando a Trump le explicaron esta postura, según publicó el diario 'The Washington Post', el multimillonario reaccionó diciendo: "¿Por qué tenemos a toda esta gente de países (que son un) agujero de mierda viniendo aquí?", en referencia a El Salvador, Haití y los países africanos.

Trump sugirió entonces que Estados Unidos debería traer a más inmigrantes de países como Noruega, con cuya primera ministra se reunió este miércoles, de acuerdo con el "Post". Los comentarios de Trump dejaron impactados a los legisladores presentes en la cita, según el diario, que no aclara si el presidente se refería también a Nicaragua con su exabrupto, y tampoco identifica a los países africanos afectados.

La filtración de esas duras declaraciones ha puesto en jaque las negociaciones migratorias, incluso cuando los demócratas habían accedido a dotar ciertos fondos para la construcción de la barrera fronteriza con México tan demandada por el presidente.

Escándalo sexual en la Casa Blanca: el abogado de Trump habría pagado 130.000 dólares a una actriz porno por su silencio

Más concretamente, según ha explicado una fuente del Senado que pidió el anonimato, los senadores acordaron abrir un camino a la ciudadanía para más de un millón de jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños, y conceder más de 1.000 millones de dólares para proyectar y construir una barrera física en la frontera sur.

Además, las negociaciones también incluían una partida para reforzar tecnológicamente la seguridad fronteriza y negarían a los padres de esos jóvenes la posibilidad de obtener la ciudadanía, pero les otorgaría un alivio migratorio para evitar ser deportados, así como permiso de trabajo.

Tras más de cuatro meses de diálogo entre demócratas y republicanos, el tiempo se agota para los más de 800.000 jóvenes que disfrutaron del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), impulsado por el anterior presidente, Barack Obama, y cuya vigencia concluye en marzo por órdenes de Trump.

Es por eso que urge que el Congreso pueda encontrar una solución legislativa antes de que acabe ese plazo, ya que pondría en peligro la permanencia de todos esos jóvenes, ya integrados en el sistema educativo, laboral y social del país.