Un día después de abandonar el acuerdo de exportación de grano ucraniano, Rusia habombardeado con seis misiles Kalibr el puerto de Odesa, uno de los tres que estaban incluidos en el pacto.
Un ataque que pone en riesgo la posibilidad de que Ucrania se plantee seguir exportando su cereal a través del Mar Negro, puesto que, sin el visto bueno de Moscú, no hay garantías de seguridad para los barcos. En este sentido, Ruth Ferrero, profesora de Ciencias Políticas de la 'UCM', apunta que "es probable que puedan ser bombardeados". "Sin el concurso ruso es muy complicado teniendo la flota en el Mar Negro y con las minas que hay", advierte.
Además, este bloqueo ruso a las exportaciones de cereal tiene graves consecuencias para los países en desarrollo. Desde que entró en vigor en julio del año pasado y hasta ahora, un año después, el acuerdo ha permitido exportar más de 33 millones de toneladas de cereales, de las que más de 725.000 se han destinado a combatir el hambre en Yemen, Etiopía o Somalia. Ahora, sin el grano ucraniano, las ONG advierten del problema grave que esto va a acarrear.
En este sentido, Rafael del Prado Pérez, de 'Acción contra el Hambre', asegura que "vamos a ver una erosión de los medios de vida y de inseguridad alimentaria de las familias sobre todo en esas zonas de Oriente Medio y Cuerno de África". El Kremlin, no obstante, ha reiterado su disposición para suministrar grano gratis a países africanos.
Sin embargo, esta salida también afecta directamente a España porque suple el déficit de las cosechas de trigo y maíz con el cereal de Ucrania. Sin él, hay que buscar otras vías que van a implicar "que suban los precios de las materias primas porque vamos a tener que importar de otros países mucho más lejos que Ucrania", según explica José Roales, responsable nacional de cultivos herbáceos de 'COAG'.
Esto se traduce en mayores costes para los ganaderos, que lo necesitan para el pienso, y también los consumidores porque subirán los precios.