La primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia de 2024 ha terminado con la victoria del partido ultraderechista de Marine Le Pen, Agrupación Nacional (RN), y con el hundimiento de la formación de Emmanuel Macron. Sin embargo, al no haber una mayoría absoluta, es decir, más del 50% de los votos con al menos el 25% de los electores inscritos, el país galo se someterá a una segunda vuelta el próximo domingo 7 de julio.
¿Pero cómo funcionan las elecciones en Francia y por qué la victoria de la ultraderecha no es definitiva? La Agrupación Nacional ha conseguido en esta vuelta una victoria contundente e inédita, pero insuficiente ya que ha obtenido el 33,15% de los votos junto a sus aliados conservadores. Esto queda lejos del 50% que se pide y queda por ver qué pasará en la segunda vuelta.
Por su parte, la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular (NFP) ha conseguido el 27,99% de los sufragios y se constituye así en la segunda gran fuerza política, por delante de la mayoría saliente del presidente, Emmanuel Macron, que es la gran perdedora de los comicios con el 20,04%. Los Republicanos, el partido de la derecha clásica, que ha saltado por los aires a causa del pacto de su presidente, Éric Ciotti, con RN, se quedó con un 6,57% de forma aislada y con el 10,23 % si se le suman los votos de otros candidatos de derechas.
¿Qué pasará en la segunda vuelta de las elecciones en Francia?
La estrategia para frenar a la ultraderecha en Francia de cara a la segunda vuelta se centra en retirar los candidatos menos votos en caso de que beneficie a otros candidatos de formaciones con más votos. Y es que la Agrupación Nacional busca esa deseada mayoría absoluta y el resto intentará frenarlo, tal como han afirmado los partidos de izquierdas y de centro. Mientras RN y sus asociados van a disputar 485 circunscripciones de las 577 que hay, cuando sus candidatos acabaron en la primera vuelta en primera posición en 297 de ellas.
Por su parte, la coalición de izquierdas ha conseguido que sus candidatos se califiquen para la segunda vuelta en 446 circunscripciones, aunque en primera posición únicamente en 157 de ellas.
Pese a ser un deseo, lo cierto es que la idea del potencial de la extrema derecha será el primer grupo político en la próxima Asamblea Nacional es a lo que señalan todos los institutos demoscópicos. Sin embargo, sigue siendo una cuestión abierta conseguir la mayoría absoluta, es decir con al menos 289 escaños, que es la condición que ha puesto Le Pen y su candidato a primer ministro, Jordan Bardella, para formar Gobierno. Los sondeos apuntan que la formación de Le Pen podría alcanzar esa mayoría absoluta.
¿Cómo funcionan las elecciones en Francia?
Los franceses eligen en las legislativas a los 577 diputados que los representarán en la Asamblea Nacional en otras tantas circunscripciones uninominales. En la primera vuelta salen elegidos aquellos candidatos que consiguen más del 50% de los votos en su circunscripción, siempre que eso represente al menos el 25% de los inscritos en el censo.
Si nadie obtiene la elección en la primera vuelta, pasan a la segunda los dos primeros y eventualmente el tercer o el cuarto candidatos, a condición de que éstos reciban un número de sufragios equivalente a como mínimo el 12,5% de los electores.
La cuestión entonces será ver si algunos de esos pretendientes con pocas posibilidades prefieren retirarse de la carrera para evitar la victoria del que se considera el gran adversario. Todo apunta, tras las declaraciones por ejemplo del líder de la Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, que optarán por retirar candidatos allí donde han quedado en tercer lugar. Esto es que las triangulares beneficiarían sobre todo a la ultraderechista Agrupación Nacional.
Y en la segunda vuelta se lleva el escaño el candidato que logre más sufragios. Por eso es frecuente que un candidato, aunque se haya calificado para la segunda vuelta, se retire si cree que tiene pocas posibilidades para evitar que sea diputado un candidato cuya victoria quiere evitar a toda costa. Es una estrategia que se ha usado en el pasado contra la ultraderecha.
¿Qué es la Agrupación Nacional y cuál es la ideología del partido de Le Pen?
La formación de Le Pen es un partido de ultraderecha euroescéptico y nacionalista. El nombre de la Agrupación Nacional es el que que adoptó el partido tras la refundación en 2018 liderada por Marine Le Pen, hija de Jean-Marie Le Pen, uno de los fundadores del FN y durante décadas su rostro emblemático. En su fundación, el 5 de octubre de 1972, diferentes grupos de extrema derecha reunieron sus fuerzas para crear un partido fuerte. En su seno, antiguos colaboracionistas con el régimen nazi o del régimen de Vichy y sectores xenófobos se constituyeron como una entidad unida que colocó a Le Pen al frente, pero que durante años no fue más que un grupúsculo.
Ahora es la primera fuerza y aspira a gobernar Francia en los próximos años si gana la segunda vuelta. Un éxito que consiguió después de que asumiera el poder su hija Marine Le Pen y excluyera a su padre. Ella siguió apostando por temas como la inmigración o la identidad nacional, pero con un lenguaje innovador. El partido aceptó el juego institucional, abandonó la bandera de la salida de la Unión Europea y las luchas contra el aborto o el matrimonio homosexual dejaron de ser centrales.
Claves del programa del partido de Marine Le Pen
La semana pasada el partido presentó sus prioridades políticas en caso de llegar al poder tras las elecciones legislativas y que pasan, entre otras medidas, por atajar con "urgencia" la inmigración y emprender "un big bang de autoridad" dentro del sistema educativo, así como por revisar a fondo el actual sistema financiero para sanear unas cuentas que considera "irresponsables".
El líder de Agrupación Nacional, Jordan Bardella, aspira a ser primer ministro de un futuro gobierno "de unión nacional" y, bajo un lema que alude a la "alternancia", ha esbozado el programa acompañado de su compañera Marine Le Pen y del presidente de Los Republicanos, Éric Ciotti, que ha incorporado a su partido a este bloque a costa de un auténtico terremoto interno.
El "control" de la inmigración figura entre los ejes centrales del programa, ya que según Bardella no se trata de un tema que "divida" a los franceses sino que los "une". Como medidas concretas, Agrupación Nacional propone eliminar el derecho de nacionalidad a quienes nazcan en territorio francés, recuperar el delito de "residencia ilegal" y ampliar los periodos de detención administrativa por encima de los tres meses.
Espera "convencer" a Macron para celebrar un referéndum sobre cuestiones migratorias, habida cuenta del límite de la futura Asamblea Nacional para emprender reformas de calado, en particular aquellas que puedan implicar cambios en la Constitución.