En junio de 2021, Biden y Putin estrecharon físicamente sus manos por última vez. Entonces, Putin aseguraba que había sido un encuentro "sin hostilidad", más bien "todo lo contrario". No fue hasta pasadas unas semanas cuando la tensión comenzó a escalar.
La OTAN y 46 países mostraron su apoyo internacional a Ucrania para recuperar Crimea. En otoño, Rusia comenzó a acumular tropas junto a la frontera. Cuando Biden y Putin volvieron a verse en diciembre, la reunión fue virtual y menos amistosa, despertando el fantasma de la Guerra Fría.
El 8 de diciembre, Biden ya avisaba a Putin: "Si invade Ucrania, habrá graves consecuencias". Rusia insistía en que la acumulación de tropas se debía a maniobras militares, pero exigía garantías de que Ucrania no entrase en la OTAN. Ambos líderes volvieron a hablar, pero ya solo por teléfono y en un tono más hostil.
Ya el 13 de enero, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, alertaba del "riesgo real de guerra en Europa". Durante esos días, Putin envió tropas a Bielorrusia y Biden prononsticó por primera vez que Putin invadiría Ucrania. Sonaron todas las alarmas.
Menos de dos semanas después de esas palabras de Stoltenberg, Josep Borrel insistía en que Europa estaba "en peligro", anticipando "la situación más peligrosa desde la Guerra Fría". El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se negaba a aceptar la invasión rusa, negando que hubiese tanques en las calles de Ucrania: "Quienes no están aquí creen que sí".
Macrón se reunió con Putin en el Kremlin en la ya icónica imagen de la larga mesa separando a ambos mandatarios. La diplomacía internacional apuraba sus últimas bazas, pero Putin negaba una y otra vez sus intenciones. Entonces, parte de las tropas rusas se alejaron de la frontera, lo que acabó suponiendo un movimiento táctico ante una amenaza cada vez más real.
El 18 de febrero, Joe Biden anticipó el escenario que nadie quería aceptar: "Putin tiene la intención de atacar Ucrania en los próximos días. Apuntarán a la capital, Kiev". Seis días después, el Ejército ruso cruzó la frontera y comenzó una guerra de la que todavía no conocemos su final.