Austria, Alemania y Francia son los tres países europeos que regulan el uso de las mascarillas de alta protección. Según traslada el epidemiólogo Daniel López Acuña, se trata de una decisión "preventiva" ante las nuevas cepas que están apareciendo.
Repasemos cómo es la regulación de estos países en este aspecto. En Austria, las mascarillas FFP2 son obligatorias en lugares cerrados y concurridos, como por ejemplo supermercados, en el transporte público o edificios estatales como museos.
En Alemania, las mascarillas de tela están desterradas y en Francia se ha prohibido su uso en los colegios. En ambos países se recomienda el uso de las llamadas 'profesionales', que incluyen a las quirúrgicas y las FFP2, éstas últimas exigidas en espacios públicos.
Pero el Estado de Baviera da un paso más, obligando a llevar las mascarillas de alta protección en comercios y transporte público. EEUU, por otra parte, ha recomendado el uso de la doble mascarilla para que se ajusten mejor a nuestro rostro. Sin embargo, hacer obligatorio el uso de la FFP2 es "otra película" para López Acuña, que reconoce los beneficios de combinar dos mascarillas.
El exdirectivo de la OMS muestra su preocupación en el caso de que al tratar de "aspirar a la mejor filtración posible, tengamos una barrera de acceso a las personas, sea por disponibilidad o por coste".
España ha sido el último país en regular el uso de las mascarillas de tela. No están prohibidas, pero sí deberán cumplir mayores controles y necesitarán tener sellos oficiales. Una barrera de protección necesaria para frenar la expansión del virus pero que no actúa de manera aislada.