Los bombardeos diarios han reducido Mariúpol a escombros. Mientras, las tropas rusas avanzan hacia Mykoláiv y Odesa. y aseguran controlar la región de Jersón y de Zaporiyia. Precisamente, hasta allí llegan los que de Mariúpol, completamente traumatizados tras semanas de bombardeos.
En laSexta hemos hablado con una pareja que, acompañada de la madre de uno de ellos, de 81 años, y su nieta, de apenas cuatro, ha viajado a Zaporiyia. Cargados con lo justo, han hecho un viaje de más de 200 kilómetros con destino a un centro comercial reconvertido en un centro de atención a refugiados.
Hasta el centro de atención a personas que huyen de los bombardeos llegan coches destartalados y con las lunas rotas, tal y como puedes ver en el vídeo. Incluso llevan en las ventanillas carteles con la palabra 'niño' en ruso, un mensaje desesperado para intentar evitar que los militares que encuentran a su paso abran fuego.
En el vídeo, habla un hombre que huyó de su casa tras un bombardeo. La metralla le alcanzó un oído, pero salvó su vida de milagro. Él y el resto de personas que han llegado al centro han encontrado allí un plato de comida caliente y un techo bajo el que descansar gracias a la ayuda de unos vecinos que se han volcado. Así, montones de ropa, material higiénico, comida y agua invaden los pasillos.
Valeria, aterrada, ha llegado hasta allí con sus nietos. La mujer lamenta que su casa ha quedado totalmente destruida. Mientras su nieto más pequeño, que no sabe lo que ocurre, no para de llorar. Su hermana, sin embargo, es consciente de todo. "No es momento para jugar", expresa la pequeña.
La atención psicológica a los más pequeños es otra de las prioridades de este centro al que ya han llegado más de 45.000 personas huyendo del terror de la guerra.