Conte, un experto en Derecho de 54 años prácticamente desconocido para la opinión pública, recibió este miércoles el encargo del presidente Sergio Mattarella, con el que se reunió durante casi dos horas en la sede de la Jefatura, el Palacio del Quirinale. Una reunión de casi dos horas a la que acudió solo, a bordo de un taxi y entrando a pie al palacio con una carpeta con documentos bajo el brazo. El candidato llegó después de que su extenso y brillante currículum fuera puesto en entredicho por medios que aseguraban que no había realizado o impartido varios cursos de los que daba cuenta en prestigiosas Universidades de todo el mundo.

La polémica parece no haber influido en la decisión de Mattarella y ahora Conte, que aceptó "con reservas" como dicta la praxis, deberá regresar ante el jefe del Estado una vez que se haya reunido con las fuerzas políticas y para presentarle sus ministros.

Tras el encuentro, el Conte realizó una breve declaración en la que se le pudo escuchar en público prácticamente por primera vez y en la que explicó que abordaron "la fase delicada y comprometida" en Italia y los retos que esperan", de lo que dijo ser "consciente".

Giuseppe Conte (der), candidato a primer ministro en Italia

Pero también subrayaron "la necesidad de confirmar la posición europea e internacional" del país, declaró, a sabiendas de que le apoyan dos partidos euroescépticos. Así, entre las prioridades que afrontará "inmediatamente", citó "las negociaciones en curso sobre el Presupuesto de la Unión Europea (EU), la reforma del derecho de asilo" para inmigrantes, batalla de la ultraderechista LN, y "la culminación de la unión bancaria".

"Mi intención es comprometer a fondo el Ejecutivo sobre este terreno construyendo las alianzas oportunas para que la dirección de marcha refleje el interés nacional", destacó. Por otro lado, ochenta días después de las elecciones del 4 de marzo, Conte consideró que "el país espera justamente el nacimiento de un Ejecutivo así como respuestas" por lo que defendió el programa consensuado por el M5S y la LN, al que aseguró haber contribuido.

"Pretendo dar vida a un Gobierno de parte de los ciudadanos y que proteja sus intereses", afirmó este profesor de Derecho, que se presentó emocionado como "el abogado defensor del pueblo italiano". "En mi vida he defendido muchas causas, espero ahora defender los intereses de todos los italianos, en todas las sedes, europeas e internacionales, dialogando con las instituciones europeas y los representantes de otros países", subrayó.

Giuseppe Conte

Conte deberá ahora reunirse con los partidos y presentar al presidente Mattarella una lista de ministros, algo en lo que los analistas ven un posible escollo pues la LN pretende dar el Ministerio de Economía a un conocido crítico del euro, Paolo Savona. Tras "deshacer las reservas" con la presentación de los ministros se procederá entonces con el juramento, el intercambio de poderes con el Gobierno que le ha precedido, del Partido Demócrata (PD), y al voto de confianza de los dos tramos del Parlamento, la Cámara de Diputados y el Senado.

Esto último podría producirse entre el martes y el miércoles de la próxima semana, según calculó ante los medios el portavoz del PD en el Senado, Andrea Marcucci, tras una reunión de jefes de bancada de las distintas fuerzas políticas de la Cámara Alta. En Italia muchos son los que dudas de la legitimidad de Conte, un técnico sin experiencia política, y los analistas sospechan que al final su gestión llevará el compás que marquen el líder del M5S, Luigi di Maio, y el de la Liga, Matteo Salvini.

Este último le defendió y dijo que no será "un mero ejecutor" de las prioridades del gobierno, sino que "deberá ser independiente". Di Maio salió al paso de las acusaciones al señalar que será "un primer ministro político", respaldado por 17 millones de votos, los que suman estas dos fuerzas críticas con el sistema.