Los últimos cuerpos hallados fueron los de una pareja de ancianos que habían fallecido en su casa víctimas de las llamas.

Sin embargo, por ahora sigue sin conocerse con exactitud el número de personas desaparecidas.

El alcalde de la ciudad portuaria de Rafina, situada a unos 30 kilómetros de Atenas, Evánguelos Burnús, calculó, en unas declaraciones a la cadena de televisión privada Skai, que el número de víctimas podría alcanzar o incluso superar el centenar.

Un total de 130 efectivos del Ejército y del cuerpo de bomberos participan actualmente en las tareas de búsqueda.

Del total de 187 heridos, permanecen hospitalizadas 71 personas, de las cuales diez siguen en estado crítico.

Mientras, los bomberos continúan luchando por extinguir algunos frentes activos en diversas zonas forestales de la región capitalina de Atica, sobre todo en la parte occidental, donde se declararon los primeros incendios este lunes, sin que hubiera que lamentar víctimas en esa zona.

En la parte oriental, donde ha quedado devastada un área urbana de 15 kilómetros cuadrados, han comenzado ya las tareas de desescombro y de reparación de las instalaciones eléctricas.

Según dijo Burnús en unas declaraciones a la televisión pública ERT, en Rafina ya se han retirado todos los automóviles calcinados.

Un responsable de la compañía eléctrica DEI, por su parte, señaló que se están sustituyendo los tendidos y postes eléctricos dañados y que hoy mismo se podrá restablecer el suministro en las zonas que no han sido alcanzadas por las llamas.

En total se han quedado sin electricidad alrededor de 7.500 hogares. La localidad de Mati, la más dañada y donde se han registrado todos los fallecimientos, permanecerá previsiblemente sin agua durante 15 días y sin corriente eléctrica durante un mes.

Según la primera evaluación de las autoridades locales, más de 2.500 viviendas en las localidades de Vutza, Nea Makri, Mati y Rafina han sido completamente destruidas, mientras que otras 4.000 han sufrido daños graves.

Uno de los testigos de Grecia.