Jóvenes asesinados brutalmente en Colombia mientras las familias quedan destrozadas. "No entiendo por qué le hacen daño a gente que no hace nada malo", lamenta Lucila Huila, madre de dos víctimas. Y es que la violencia no da tregua. "Uno no está acostumbrado a escuchar los disparos, el sufrimiento, los gritos de las mamás", afirma Luz Elena García, vecina de una de las víctimas.
Principalmente, estas masacres ocurren en estas zonas rurales dominadas por el conflicto armado y el narcotráfico. Así lo explica la líder social en el norte del Cauca, Rosana Mejía: "No les importa edad sexo o religión lo que quieren es tener el dominio del territorio".
En áreas donde confluyen otras actividades ilícitas como la extracción de oro o la tala ilegal. "En los primeros ocho meses 46 masacres y 10 de ellas en el último mes dejando alrededor de 190 asesinados", recuerda Alberto Yepes, del Observatorio de Derechos Humanos de Colombia, Europa y Estados Unidos.
La crítica del pueblo es la mirada impasible del Estado ante el avance de grupos armados ilegales según afirma Jorge Restrepo, analista político: "Hubo una aceleración en las últimas semanas relacionadas al encierro". Especialmente en áreas que dejaron las FARC tras la firma del acuerdo de paz en 2016.
Denuncian que la falta de ayudas alimentarias, el cierre de las escuelas, y la desatención del Gobierno ante la pérdida de seis millones de empleos. Además, se ha incrementado el reclutamiento forzado de jóvenes más vulnerables con fines extorsivos.
Además, en las últimas horas se han ordenado detenciones. "Siguen hostigando, atemorizando y sembrando el terror en nuestros territorios", señala Rosana Mejía. Por que en Colombia no hay una, sino varias guerras locales, todas creciendo