Grupos británicos de ultraderecha han dado comienzo este domingo a cuatro nuevas manifestaciones en el país a pesar de las más de 100 detenciones practicadas en las 25 marchas de la víspera, convocadas después de una ola de desinformación propagada por la ultraderecha que identificó erróneamente como solicitante de asilo al ciudadano galés acusado de matar a puñaladas a dos niñas esta semana.

En Rotherham, al norte de Inglaterra, un grupo de ultraderechistas ha asaltado un hotel donde se alojan migrantes. Y es que este sábado ha habido fuertes altercados entre los manifestantes y la policía que se han saldado con más de 170 detenciones, la mayoría de ellas en las ciudades de Liverpool, Bristol, Hull y Blackpool.

Los manifestantes han destrozado coches y establecimientos a su paso. Los enfrentamientos con la policía se recrudecen, que se encuentran, por momentos, desbordados. "Cualquier persona que organice o participe en la procesión está cometiendo un delito", advierten.

Por este motivo, el comisario de orden público de la Policía británica, BJ Harrington, anunció esta pasada noche el despliegue de casi 4.000 agentes adicionales de cara a las protestas de este sábado para evitar nuevos episodios de violencia.

Además, la secretaria de Estado para la Prevención del Crimen, Diana Johnson, ha avisado que los tribunales del país podrían permanecer abiertos durante las 24 horas para garantizar que los "matones" que "merodean nuestras calles" sean llevados rápidamente ante la justicia, mientras que las fuerzas del orden tienen medidas en marcha para reclutar agentes adicionales para responder a más disturbios.

El primer ministro del país, Keir Starmer, ha dado a la Policía su "pleno respaldo" para tomar cualquier medida necesaria para responder a los "extremistas" que intentan "sembrar el odio" después de las escenas de desorden en Inglaterra e Irlanda del Norte, pero ha expresado la preocupación de que los agentes puedan acabar sobrepasados a la hora de hacer frente al resto de delitos. La Federación de Policía ha advertido, en este sentido, de que "todo esto tiene un precio".

Ante esta situación, el Ministerio de Interior británico comunicó que ofrecerá mayor protección a las mezquitas en país en virtud de una medida de "respuesta rápida" por la violencia en varias ciudades del país este fin de semana. La medida está pensada para abordar lo más rápido posible la amenaza de nuevos ataques contra templos musulmanes.