Rusia ha difundido una serie de imágenes en las que se ve a sus fuerzas de defensa destruir tanques y drones ucranianos en la región de Kursk, un relato que es muy diferente al que comparten los soldados ucranianos que están sobre el terreno. "El pueblo que está en territorio ruso ahora es ucraniano", comentaba uno de ellos en un vídeo. A través de las redes sociales, celebran los avances que dicen estar logrando en la zona, como en uno en el que se les ve cambiar una bandera rusa por la de Ucrania.
Según periodistas locales, esas imágenes han sido grabadas en el distrito de Sudzha, lo que confirmaría la profundidad de la incursión en territorio enemigo. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, afirma haber recibido "varios informes" en los que le trasladan los éxitos de esas operaciones que buscan "llevar la guerra al territorio del agresor".
Pero es que, desde que hace seis días, también comenzó la invasión de Rusia desde la región ucraniana de Sumy por flancos en los que ahora cavan trincheras a contrarreloj, tratando de parar esa pérdida de territorio. Son avances que se producen tras ataques como el efectuado con un misil que ha dejado al menos 13 civiles heridos, algunos graves.
Trata de restarle importancia mientras, oficialmente, 76.000 civiles han abandonado sus casas ante una inesperada invasión ucraniana en territorio ruso. Desde el Ministerio de Defensa de Rusia aseguran que las fuerzas ucranianas han sufrido hasta 1.350 bajas desde el inicio de la incursión terrestre en Kursk.
Solo en la última jornada, las bajas de Kyiv alcanzaron los 230 soldados, según Defensa. A la vez, los militares rusos informaron de los nuevos intentos de las tropas enemigas de avanzar en el marco de la ofensiva en Kursk, que fueron rechazados por el Ejército ruso.