Corea del Norte afirma que ha unido a su arsenal militar un dron submarino nuclear capaz de generar tsunamis radiactivos, penetrar en aguas costeras, eliminar flotas enteras y destruir puertos e infraesctructuras. El sistema, bautizado como "Vehículo Submarino No tripulado Nuclear Haeil (Tsunami en coreano)", lleva desarrollándose desde 2012 y sería similar al sistema ruso conocido como Poseidón, desvelado por el presidente ruso, Vladimir Putin, en 2018.
El arma submarina autónoma conocida como Poseidón, llamada en Estados Unidos Canyon, es en esencia un torpedo propulsado por energía nuclear y capacidad para portar una ojiva nuclear de hasta 100 megatones, aunque según otras informaciones sería de 2 megatones, todavía alrededor de cien veces el poder destructor de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Está considerado un dron por ser capaz de navegar de forma autónoma o dirigido a distancia, lo que hace posible que sea redirigido o incluso parado antes de alcanzar su objetivo. Técnicamente se trata de uno los torpedos más grandes nunca construidos con una longitud de 24 metros, alrededor del doble que un misil balístico y unas treinta veces el tamaño de un torpedo estándar.
Se estima que tiene un alcance de al menos 10.000 km, una velocidad de entre 70 y 108 nudos (129 y 200 km/h) y capacidad para sumergirse a una profundidad de mil metros. El Poseidón es una de las armas estratégicas que Vladimir Putin desveló en un discurso en 2018. En su alocución el presidente ruso señaló que el alcance del torpedo sería ilimitado, que podría operar a profundidades extremas y a una velocidad muchas veces superior a la de cualquier submarino u otros torpedos. La agencia oficial de noticias rusa TASS señaló en enero de este año que el Poseidón es el primer conjunto de supertorpedos "imparables" con capacidad nuclear.
Por su parte, el presentador de televisión Dmitry Kiselyov, cercano a Putin, señaló de manera gráfica que el dron submarino era capaz de provocar un tsunami que podría ahogar al Reino Unido bajo un maremoto de 500 metros de agua de mar radiactiva. Una imagen apocalíptica que no esconde una de las grandes ventajas del arma, su capacidad para burlar los sistemas de misiles balísticos desplegados en Europa. Según los expertos, desplegar armas submarinas crea un desequilibrio que permite a Rusia eludir el Sistema de Defensa contra Misiles Balísticos (BMD). La red de satélites estadounidense está orientada a la localización y rastreo de misiles balísticos, y tiene escasa capacidad para detectar lo que ocurre bajo el mar.
Además, según los informes, el diseño del Poseidón consigue que emita poco calor y viaje en silencio, lo que también le permite burlar los sistemas de micrófonos y de barcos desplegados para proteger el territorio de ataques submarinos. El submarino nuclear K-329 Belgorod, que sirve al Ejército ruso desde julio de 2022, es la nave que puede portar los drones submarinos Poseidón. Esto le convierte además de en el mayor sumergible del mundo también en el más letal. El Belgorod es una variante de la clase Oscar-II de la flota de submarinos rusos, diseñada para operaciones especiales.
Su incorporación a la flota de submarinos rusos se produjo en julio del pasado año coincidiendo con la guerra en Ucrania y una importante concentración militar en la región ártica. Sus dimensiones son de 178 metros de eslora (longitud), 15 metros de manga (anchura) y un tonelaje de unas 30.000 toneladas. Puede alcanzar una velocidad de 130 km/h y portar hasta seis de los enormes drones Poseidón. Se estima que con su despliegue, la Armada de Rusia podría disponer en un futuro próximo de un total de 73 sumergibles nucleares, por encima de los que tienen Estados Unidos y China.