Corea del Norte hace dos nuevos lanzamientos de proyectiles sin identificar desde su costa oriental, según el Ejército surcoreano. Los proyectiles fueron disparados sobre las 8:01 y 8:16 hora local desde la provincia norcoreana de Kangwon, alcanzaron una altura de 30 kilómetros y recorrieron unos 230 kilómetros antes de caer al mar, según informó el Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS).
Los ejércitos de Corea del Sur y de Estados Unidos "están siguiendo la situación en caso de lanzamientos adicionales y mantienen su postura de preparación", señaló en un comunicado el JCS, que añadió están analizando más detalles para determinar el tipo exacto de proyectil de corto alcance utilizado.
La oficina presidencial de Seúl convocó poco después de la prueba una reunión de emergencia para analizar la situación y pidió al país vecino que detuviera este tipo de lanzamientos, que podrían aumentar la tensión militar en la península.
El lanzamiento de este viernes se produce seis días después de la última prueba de este tipo realizada por Corea del Norte, en la que se cree que disparó dos misiles balísticos de corto alcance también en el mar de Japón. Se trata, además, del sexto lanzamiento norcoreano de proyectiles desde el pasado 25 de julio, cuando Pionyang aseguró haber probado dos misiles de corto alcance de nuevo desarrollo.
El test se produjo el mismo día en que los medios estatales norcoreanos difundieron un comunicado de su Comité para la Reunificación, en el que arremete contra Corea del Sur y las maniobras militares conjuntas que actualmente desarrolla con Estados Unidos. "No tenemos nada más que hablar con las autoridades surcoreanas ni tenemos intención de volver a sentarnos con ellos", señala el comunicado recogido por la agencia oficial de noticias KCNA, en el que el comité señala que tanto las maniobras como la decisión de Seúl de reforzar sus radares e interceptores antimisiles están destinados a "destruirlo".
Corea del Norte ha amenazado en repetidas ocasiones con buscar "un nuevo camino" alternativo a la mediación de Seúl si no abandona sus ejercicios con Washington, que considera una amenaza. Los comentarios de Pionyang se producen después de que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, optara por un tono conciliador con el país vecino, con el que dijo aspirar a lograr la reunificación en 2045, y pidiera apoyo para que las estancadas negociaciones sobre desnuclearización con EE.UU. sean exitosas.