La ONU pide a Perú y Chile que pongan fin a su conflicto migratorio. Lo hace después de que la presidenta de Perú haya ordenado el despliegue del ejército para impedir que miles de venezolanos entren en el país desde Chile. Ambos países acusan a la mafia venezolana Tren de Aragua de haber disparado la criminalidad. Mientras, cientos de migrantes se agolpan en la frontera, una situación por la que no debería pasar ningún niño.
Pero lo hacen. Como se puede ver en el vídeo de portada, fue en esta misma frontera donde la madre de un pequeño apenas podía respirar mientras un grupo de policías le rodeaba. No es la única que está en esta situación. Estos migrantes, la mayoría Venezolanos, quieren volver a su país.
Su discurso es coherente y justo. "Como ser humano yo merezco la oportunidad de llegar a mi país. Nadie puede negarme el derecho a llegar a mi casa", denuncia uno de ellos. El problema es cuando llegan a la frontera.
"Somos muchos padres y madres de familia que estamos parados durmiendo mal", se lamenta una madre. Así llevan semanas. Los primeros migrantes llegaron a la frontera hace tres meses.
Perú no quiere que atraviesen su territorio. Su presidenta va más allá y culpa a los extranjeros del aumento de delincuencia en su país. "Asaltos, robos y demás actos delincuenciales son extranjeros", expresaba Dina Boluarte. Defiende que su país está en peligro y ha militarizado sus fronteras.
Chile y Perú se acusan mutuamente de poca colaboración para solucionar este problema. Esta crisis diplomática y migratoria preocupa a Naciones Unidas, quien pide diálogo y la creación de un corredor humanitario.