El Gobierno de Bolivia ha sofocado en cuestión de horas el intento de golpe de Estado encabezado por el general Juan José Zúñiga, que este miércoles tomó con militares la Plaza Murillo de La Paz, centro del poder político del país, e irrumpió en la sede del Ejecutivo. Una intentona que se salda con varios heridos y que se ha topado con la condena unánime de la comunidad internacional.

Los militares, fuertemente armados y liderados por el hasta ahora comandante general del Ejército de Bolivia, echaron abajo la puerta de la sede gubernamental con un tanque, acción que el presidente boliviano, Luis Arce, condenó como un "intento de golpe de Estado".

Zúñiga amenazó con "cambiar el gabinete de Gobierno" después de que la noche del martes corrieran rumores sobre su destitución. Sin embargo, tras unas cuatro horas de tensión, los militares y los tanques finalmente se replegaron. Arce ha sustituido a toda la cúpula militar, cuyo ya exjefe ha sido detenido e intenta implicarle.

Rumores de destitución del general rebelde

Todo comenzó a gestarse la noche del martes, cuando corrieron rumores sobre la posible destitución de Zúñiga tras sus palabras en una entrevista el lunes en la que afirmó que "arrestaría" al expresidente Evo Morales si intentaba volver a ser candidato. De hecho, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, ha afirmado posteriormente que Zúñiga fue cesado el martes, un día antes de su "golpe fallido".

Ya el miércoles por la tarde, el comandante encabezó un grupo de soldados fuertemente armados, que irrumpieron con tanques en la Plaza Murillo frente a la Casa Grande del Pueblo, sede del Ejecutivo boliviano en La Ciudad de La Paz.

En cuestión de minutos, los militares comenzaron a dar órdenes para que la gente abandonara el lugar. Los soldados portaban armamento, municiones de guerra y gases lacrimógenos, además de una actitud hostil, según la agencia Efe.

Militares intentan ingresar a la sede del Gobierno de Bolivia, este miércoles en La Paz.

Asalto a la sede del Gobierno boliviano

A las 15:51, hora local, un tanque embistió la puerta de la sede del Ejecutivo, después de que varios militares cercaran la plaza. Tras tumbar la puerta del edificio, Zúñiga y un grupo de soldados entraron durante siete minutos a la Casa Grande del Pueblo, donde se encontraba el presidente Arce junto a su vicepresidente, David Choquehuanca.

Después de salir, dijo ante los medios de comunicación que iba a "restablecer" la democracia en Bolivia y a liberar a "todos los presos políticos", incluyendo a la expresidenta interina Jeanine Añez y al gobernador opositor Luis Fernando Camacho.

Tanque militar frente a la sede del Gobierno de Bolivia, este miércoles en La Paz.

La respuesta del presidente

Arce, tras denunciar inicialmente ante la comunidad internacional "movimientos irregulares" de militares, aseveró posteriormente que se trataba de un "intento de golpe de Estado". "Nosotros nos hemos mantenido en Casa Grande, donde ustedes nos han puesto, porque los únicos que nos pueden sacar de aquí son ustedes, hermanos", dijo en la televisión estatal.

El presidente confrontó a Zúñiga en la entrada de la sede del Ejecutivo y le ordenó "replegar" los tanques y los militares.

Por su parte, el expresidente Morales, peleado con Arce desde 2023, fue de los primeros en denunciar que se gestaba un "golpe de Estado" y llamó a una "movilización nacional" para defender la democracia. "No permitiremos que las Fuerzas Armadas violenten la democracia y amedrenten al pueblo", indicó.

Destitución de la cúpula militar y repliegue

En una ceremonia exprés en la Casa Grande del Pueblo, Arce relevó a toda la cúpula militar y juramentó a los nuevos comandantes de las Fuerzas Armadas, mientras Zúñiga y sus militares seguían aún frente a la sede del Gobierno. El mandatario boliviano aprovechó para reconocer a la Policía de Bolivia por mantenerse fiel al Ejecutivo.

A las 17:30 horas, Zúñiga y los militares se replegaron de la Plaza Murillo, que tuvieron cerrada por varias horas, tras un breve enfrentamiento con la Unidad Táctica de Operaciones Policiales de Bolivia.

Tras el repliegue, el presidente Arce y el vicepresidente Choquehuanca salieron al balcón de la Casa Grande del Pueblo y dieron un discurso frente a cientos de personas que llegaron hasta allí para respaldar al Gobierno entre gritos de "Lucho no está solo carajo" y "los golpistas no pasarán".

El presidente de Bolivia Luis Arce saluda a seguidores junto al vicepresidente de Bolivia David Choquehuanca en la Plaza Murillo

Finalmente, el general rebelde Zúñiga fue capturado a las 19:00 hora local de Bolivia saliendo del Estado Mayor, donde acusó ante los medios al propio Arce de darle la orden de "sacar" los "blindados" porque su "popularidad" estaba cayendo. Acababan así unas horas en las que la incertidumbre se apoderó de Bolivia, con escenas que no se vivían desde la crisis política y social de 2019.

 El destituido jefe militar del Ejército de Bolivia, Juan José Zúñiga