El meteorito, que no provocó daños personales pero sí roturas de cristales en edificaciones, fue observado por siete estaciones meteorológicas de Pinar del Río durante 10 minutos.
A su paso fue visible como una bola de fuego surcando el cielo seguida de una estela de condensación y una fuerte explosión, según detalló un comunicado del Citma.
La caída del meteorito ocurrió en el municipio de Viñales y de acuerdo al análisis realizado por especialistas del Citma, el Instituto de Geofísica y Astronomía, y otras instituciones científicas, se estima que puede ser del tipo litito o petreo, el cual contiene hierro, níquel y silicato de magnesio.
Al desintegrarse los fragmentos se esparcieron por las localidades de Los Jazmines, Dos Hermanas, El Guajaní, las cercanías del pueblo turístico de Viñales y El Palmarito, donde se encontró el de mayor tamaño, de aproximadamente 11 centímetros de longitud, que dejó un pequeño cráter en el suelo.
Los investigadores recopilaron muestras que serán sometidas a exámenes químicos con el objetivo de lograr más precisión sobre el inusual fenómeno, que no es la primera vez que ocurre en la isla.
Al mismo tiempo del avistamiento en Pinar del Río se informó de otro similar en la ciudad de Matanzas (situada 100 kilómetros al este de La Habana) donde testigos presenciales observaron una esfera incandescente con un diámetro aproximado de un metro que cayó al mar muy cerca de la costa sur de la bahía, indicó el Citma.
Poco después del suceso muchos vecinos de Pinar del Río comenzaron a comentar lo sucedido en las redes sociales y a publicar vídeos y fotografías de las piedras negras y grises que impactaron en zonas como el turístico "Mural de la Prehistoria", en el pintoresco Valle de Viñales.