"Día de la Liberación"
Cuenta atrás para la gran estocada arancelaria de Trump: los próximos pasos de su guerra comercial
Qué podemos esperar Trump ha bautizado el 2 de abril como el "Día de la Liberación": entonces entrarán en vigor sus "aranceles recíprocos", de inciertas consecuencias. El nerviosismo recorre entretanto las economías de todo el mundo.

Resumen IA supervisado
El 2 de abril, Donald Trump planea implementar aranceles "recíprocos" como parte de su política comercial, denominando la fecha como el "Día de la Liberación". Esta medida afectará a países que gravan productos estadounidenses, golpeando especialmente a la Unión Europea. Los aranceles no serán uniformes, sino específicos según las 'barreras comerciales' que Washington considera que cada país le impone y entre las que cuenta al IVA europeo. Además, Trump impondrá un arancel del 25% a coches fabricados fuera de EEUU, excluyendo temporalmente los componentes procedentes de México y Canadá. Los mercados internacionales ya muestran nerviosismo ante estas políticas.
* Resumen supervisado por periodistas.
2 de abril. Es la fecha elegida por Donald Trump para asestar la gran estocada de su errática política arancelaria, una jornada que el presidente de Estados Unidos ha declarado el "Día de la Liberación". Ese día, el mandatario republicano tiene previsto imponer sus anunciados "aranceles recíprocos", culminando así una guerra comercial de inciertas consecuencias para todo el planeta.
Así, en cuestión de 48 horas entrarán en vigor los aranceles a aquellos países que gravan los productos estadounidenses, una medida que puede golpear con particular fuerza a la Unión Europea. Cuando Trump la anunció, Washington avanzó que no se aplicaría una tarifa uniforme, sino tasas específicas en función de las barreras comerciales que considera que cada país impone a EEUU. Una de esas 'barreras', a juicio de Trump, es precisamente el IVA europeo, que calificó como "un arancel encubierto".
"Si ellos nos cobran, nosotros les cobramos", ha repetido Trump en varias ocasiones, recuerda Efe. Su secretario de Comercio, Howard Lutnick, le presentará un informe el martes sobre la implementación de esta medida, que de momento no está del todo clara. Esos aranceles, en todo caso, se sumarán a los ya vigentes para el aluminio, el acero y las exportaciones chinas.
Aranceles al automóvil
Los "aranceles recíprocos" no son las únicas tarifas que podrían entrar en vigor en los próximos días. La semana pasada, Trump anunció aranceles del 25% a todos los coches que no se fabriquen en Estados Unidos y avanzó que la medida entraría en efecto el 2 de abril. "Empezaremos a recaudar el 3 de abril", precisaba el mandatario republicano. No obstante, ha dejado fuera los componentes de automóviles fabricadas en México y Canadá, al menos de momento, para no perjudicar tanto a la industria estadounidense.
Y es que estos aranceles de Trump no solo supondrán un duro golpe a la industria europea, sino que también podrían encarecer los vehículos entre 4.000 y 10.000 dólares para los propios estadounidenses. Más de de la mitad de los coches que se venden en EEUU son importados y un 60% de los que se fabrican allí contienen piezas procedentes del extranjero. La medida puede incluso perjudicar a Tesla, la empresa automovilística de su todopoderoso aliado Elon Musk.

El propio presidente, sin embargo, sostiene que no le importa "lo más mínimo" la posible subida de los precios de los coches en su país. "Espero que suban los precios. Si lo hacen, la gente comprará coches estadounidenses, y tenemos muchos", manifestaba este fin de semana en una entrevista para la 'NBC'.
Más aranceles a México y Canadá
Tampoco parecen preocuparle la respuesta de la Unión Europea o las represalias de las que ya ha advertido Canadá. Y es su vecino del norte, precisamente, quien podría verse afectado por un mayor castigo, también a partir de ese 2 de abril, al igual que México.
A principios de marzo, recuerda Efe, Trump impuso aranceles del 25% a las importaciones de ambos países, que son los principales socios comerciales de EEUU, pero estableció una moratoria de un mes para productos agrícolas, partes de automóviles o ciertos tipos de maquinaria. El "Día de la Liberación", sin embargo, podrían empezar a aplicarse aranceles también sobre esos productos, lo que en la práctica supondría la muerte del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Sin embargo, la Administración Trump ya ha avisado que habrá más aranceles, sin concretar cuándo, a productos farmacéuticos, microprocesadores o el cobre y la madera. Una estrategia para castigar las exportaciones de varios países, entre ellos, los que su secretario del Tesoro llamó "los 15 sucios". Preguntado al respecto este domingo, sin embargo, Trump desmentía esa cifra y hablaba de imponer aranceles a todos los países.
Pero, según los expertos, el magnate republicano no va a conseguir el objetivo que busca con esta guerra comercial. "¿Quién demanda productos en el mundo? Estados Unidos y todos los demás se lo vendemos. El plan de Donald Trump es revertir esa situación, lo que pasa es que eso en el corto y el medio plazo no va a pasar ", ha explicado este lunes el profesor Óscar Vara en Al Rojo Vivo. De hecho, su cruzada arancelaria ya está provocando inflación en Estados Unidos.
Los mercados tiemblan
La perspectiva de nuevos aranceles, en todo caso, genera nerviosismo en los mercados internacionales. Este mismo lunes, a dos días del "Día de la Liberación", la Bolsa de Tokio se ha desplomado un 4% al descanso de la media sesión, siguiendo la caída en Wall Street a finales de la semana pasada y a la espera de que se apliquen las nuevas tarifas al motor. El IBEX 35, por su parte, ha abierto con un importante recorte del 0,73% y por debajo de los 13.300 puntos.
El temor a los aranceles de Trump ha provocado así también caídas alrededor del 1,5 % en los parqués europeos. En particular, la banca ha arrancado la semana cayendo con fuerza en el IBEX ante el temor de que la guerra arancelaria provoque más bajadas de tipos para mantener la economía europea a flote. También las aerolíneas: IAG ha caído un 5% por el temor a una contracción del gasto de los ciudadanos.