La Cumbre de la Paz para Gaza y la "cuestión palestina" que ha reunido en Egipto a un total de 34 países y organismos internacionales ha concluido sin una declaración final conjunta de éstos.
Egipto ha agradecido el esfuerzo para buscar consensos por encima de posiciones políticas o religiosas para abordar esta crisis y la situación de Israel y Palestina. No obstante, los participantes han formulado dos peticiones: la liberación de rehenes sin condiciones y el alto al fuego humanitario en Gaza.
Con un apretón de manos se han saludado el presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas. El encuentro ha finalizado con un claro mensaje: el apoyo y solidaridad con Gaza, población que recibirá más ayuda humanitaria por parte de España, ha anunciado Sánchez.
Poco antes, el presidente español ha sido claro en el plenario principal. Es imprescindible proteger la vida de todos los civiles, "a los que son prisioneros y deben regresar con sus familias y a los que están sufriendo el horror en Gaza".
Ha demandado un alto el fuego humanitario a corto plazo. Asimismo, ha expresado otra petición -a largo plazo-: una solución, la creación de dos estados independientes. "Hay que trabajar para construir dos estados, Israel y Palestina, con respeto mutuo para garantizar la paz entre ambos países", ha recalcado.
Una treintena de países y organizaciones internacionales se han reunido en El Cairo para abordar el conflicto entre Israel y Palestina, aunque sin representación israelí en Egipto. Durante la Cumbre, el líder palestino -presente en el hemiciclo- ha advertido: "No nos vamos a ir".
Abbas ha recalcado que no van a abandonar su territorio por duros que sean los desafíos. Los países vecinos, Egipto y Jordania, piden a la comunidad internacional que no mire hacia otro lado. El presidente egipcio Abdel Fattah El Sisi, ha sido contundente: "Egipto condena los ataques a todos los civiles y expresa su asombro porque el mundo se mantenga al margen".
"Cuanto más profunda y cruel es la crisis, menos parece importarle al mundo", ha lamentado el rey de Jordania, Abdalá II. En definitiva, un esperado y nuevo primer paso hacia la paz que el sábado quedó, otra vez, en el aire al terminar la Cumbre ha terminado sin una declaración final conjunta.