Como fichas de dominó, que caen una tras otra: así ha sido el vídeo propagandístico difundido la mañana de este sábado por el Ejército israelí. Con él, resume cómo ha eliminado a toda la cúpula de Hizbulá, incluido su líder, Hassan Nasrallah, gracias a una combinación de espionaje y tecnología militar. El Ejército de Israel, además del vídeo, ha afirmado haber liquidado en su totalidad a la cúpula militar del movimiento chií libanés.
El politólogo y analista de Defensa, Guillermo Pulido, ha explicado a laSexta Noticias que "el énfasis había que ponerlo en obtener la información precisa de estos adversarios y tener una enorme capacidad de proyectiles para destruirlos". Así ha podido acabar con los altos cargos del movimiento libanés, un gran enemigo de Israel en la zona.
El primero en morir fue Fuad Shukr, el 30 de julio. Israel eliminó al líder militar y número dos de la organización tras un bombardeo contra un edificio residencial en un suburbio de Beirut. Pero los 10 días de terror para Hizbulá comenzaron el 17 de septiembre con la explosión de millas de buscas, y continuaron al día siguiente con la explosión de cientos de radios.
El objetivo era matar o herir al mayor número de mandos intermedios de la milicia y provocar que la cúpula militar de milicia chií se reúna para organizar una respuesta. Una estrategia sin fisuras para eliminarla de golpe.
Antes del golpe final, lo que hizo Israel el 20 de septiembre fue llevar a cabo un ataque que mató a una decena de altos mandos, incluido el jefe de Operaciones, Ibrahim Aquil. "La muerte de Nasrallah pues digamos es el último empujón para terminar de derrumbar la capacidad operativa, por lo menos en el corto plazo", ha destacado Guillermo Pulido.
La muerte de Nasrallah es un golpe trascendental para Hizbulá, pero en su propio vídeo propagandístico el Ejército israelí reconoce que la milicia volverá a tener nuevos comandantes.