La jueza de Middleburg, en la región nororiental de Mpumalanga, también encontró a los granjeros culpables de agresión e intimidación, según informaron medios locales. En el vídeo, dos hombres blancos vestidos a la manera tradicional de los granjeros sudafricanos, le dicen en lengua afrikaans que van a rociarle con petróleo, además de amenazar con introducir una serpiente en el ataúd.
La víctima permanece en silencio al principio, pero después empieza a sollozar aterrorizado cuando uno de los dos granjeros intenta cerrar el ataúd empujando la tapa contra su cabeza. El incidente provocó una condena generalizada de los partidos políticos y la sociedad civil sudafricana, en un país profundamente marcado por la tensión racial veintidós años después de la caída del régimen segregacionista del apartheid.
Sudáfrica desmanteló en 1994 el régimen de segregación racial del apartheid, poniendo fin a más de tres siglos de dominación blanca, pero las cicatrices del pasado y las desigualdades entre blancos y negros son aún muy evidentes pese a los avances graduales logrados en la era democrática.