Putin bombardea sus pueblos, sus casas y los que sobreviven se marchan, ya que es lo más seguro. Olga, Leonid y Margarita se negaron a abandonar su vida entera, pero los ataques no cesan y sin comida ni medicinas ya solo les quedaba esperar la muerte. La ONG española, Global Humanitaria, a través de uno de sus proyectos en Ucrania, los ha rescatado y los ha llevado a lugar seguro. Tal y como se ve en las imágenes que acompañan estas líneas, el momento en el que dejan sus casas es demoledor.
Viven entre escombros, porque los continuos bombardeos han dejado sus casas reducidas a eso. Resisten como pueden a solas, sin agua, sin luz, sin apenas nada que llevarse a la boca. Son testigos de la barbarie de la guerra y la furgoneta de la ONG Global Humanitaria, su tabla de salvación. Andrés, es uno de sus miembros, y pregunta a un hombre "¿por qué no quiere salir?", el señor no puede contener la emoción. En 20 días la ONG volverá a por él.
En estas semanas atrás han podido rescatar a Olga, Margarita y Leonid, que dice a sus 'rescatadores' cuando lo recogen en su casa, ahora compuesta de escombros: "Pensaba que moría aquí solo". Ahora, los tres ya están en un lugar seguro, y lejos de esa soledad que ha sido su única compañía desde que Rusia inició la destrucción de sus pueblos.
Y así, con algunos enseres personales y toda una vida en bolsas de rafia salen de la que ha sido, hasta ese momento, algo más que su casa. Eso sí, siempre, con la esperanza de regresar. Y es que dejan atrás toda una vida de recuerdos, no así una guerra que es presente y continúa.