Miles de personas atraviesan Centroamérica para llegar a la frontera de Estados Unidos, a pesar de los peligros durante el viaje. Amenazas, agresiones físicas y sexuales, e incluso secuestros y asesinatos, son los riesgos que corren los migrantes que piden asilo en México y Centroámerica y de los que advierten varias ONG.
Las organizaciones señalan que esta violencia, que afecta sobre todo a los colectivos homosexuales y a las mujeres, ocurre durante los trayectos pero también la sufren en los países de los que huyen.
Una violencia que afecta sobre todo a los colectivos homosexuales y a las mujeres. Además, denuncian que las políticas restrictivas de Donald Trump podrían incrementar el trauma de los migrantes.
"Las políticas de asilo de la Administración de Trump están agravando el trauma para gente ya traumatizada", señala la médico de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, Mary Cheffers, que insiste en que "devolver u obligar a los solicitantes de asilo a esperar en México pone en peligro sus vidas y resulta en un estresante catastrófico para su salud física y mental".