Víctima de la censura
La deriva autoritaria en China pone en el punto de mira a Jin Xing, la primera figura trans pública del país
Conocida por su valentía y su papel como pionera en la visibilidad trans en China, Jin Xing enfrenta la cancelación de sus espectáculos, un acto que muchos interpretan como parte de la creciente represión del régimen contra el colectivo LGTBIQ+.
Jin Xing, reconocida bailarina, coreógrafa, actriz y empresaria, ha sido durante décadas una de las personalidades más influyentes de China. Con una audiencia semanal de 100 millones de espectadores en su programa de televisión, se la considera una figura mediática al nivel de Oprah Winfrey en el gigante asiático. Su impacto va más allá del entretenimiento: Jin Xing es la primera personalidad pública trans del país y un símbolo de visibilidad y valentía para el colectivo LGTBIQ+.
Sin embargo, en los últimos meses, una inquietante sombra se cierne sobre su legado. Sus espectáculos, aclamados tanto en China como en el extranjero, han sido cancelados uno tras otro sin explicaciones oficiales. Muchos temen que esta sea una señal del endurecimiento de las políticas autoritarias del régimen de Xi Jinping, conocido por su creciente represión hacia las comunidades disidentes y minorías
Jin Xing hizo historia en 1995 al convertirse en la primera persona en China en someterse a una cirugía de reasignación de sexo. Lo hizo con una valentía notable, en un país donde temas como el género y la diversidad sexual eran tabú. A pesar de los riesgos, su decisión marcó un punto de inflexión y ofreció esperanza a millones de personas en situaciones similares.
La fama internacional que cosechó gracias a su talento como bailarina y coreógrafa, tras entrenarse en el ejército y perfeccionar su arte en Nueva York, le permitió obtener el respaldo del gobierno chino para su transición, algo inaudito en su momento.
Sin embargo, en los últimos años, el panorama para los derechos LGTBIQ+ en China ha cambiado drásticamente. Las manifestaciones del orgullo son disueltas, los activistas enfrentan acoso constante y las producciones culturales son censuradas si contienen mensajes que desafíen las estrictas normas ideológicas del régimen.
Según fuentes cercanas, el motivo tras las recientes cancelaciones de los espectáculos de Jin Xing podría estar relacionado con un gesto que realizó en una de sus producciones: mostrar una bandera LGTBIQ+ durante una obra de teatro. Este acto, aparentemente simple, pero cargado de significado, parece haber desencadenado la desaprobación oficial.
El silencio gubernamental frente a estas cancelaciones ha despertado preocupación no solo entre los seguidores de Jin Xing, sino también en el colectivo LGTBIQ+, que ve en estas acciones una señal de una posible represión más amplia.