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revelación de la época clásica

Descubren en Pompeya un impresionante fresco del siglo I a.C.

¿Por qué es importante? El ministro de Cultura italiano, Alessandro Giuli, ha celebrado este "documento histórico excepcional" porque revela "un aspecto de la vida de la época clásica mediterránea en gran parte desconocida".

Descubren un fresco gigante en Pompeya del siglo I a.c Descubren un fresco gigante en Pompeya del siglo I a.c Reuters

Dionisio, el dios del vino, y su séquito de bailarinas, cazadoras y sátiros han vuelto a la vida en tamaño real en un fresco monumental descubierto en las ruinas de Pompeya, la ciudad romana que quedó sepultada hace dos mil años por la erupción del Vesubio.

La importancia del hallazgo radica en que se trata de una megalografía, una pintura de grandes dimensiones y casi a escala humana, encontrada en el friso de un salón de banquetes excavado en las últimas semanas.

El mural, que data del siglo I a.C., entre los años 40 y 30 a.C., quedó atrapado bajo las cenizas junto con el resto de la ciudad. Aunque Pompeya está repleta de frescos en las casas que han ido emergiendo con las excavaciones, este caso es excepcional: es el segundo mural de este tipo que se conoce, junto con el de la 'Casa de los Misterios'.

El ministro de Cultura italiano, Alessandro Giuli, ha celebrado el descubrimiento como un "documento histórico excepcional", que arroja luz sobre aspectos poco conocidos de la vida en el Mediterráneo clásico. Además, aseguró que el Gobierno seguirá financiando las excavaciones en Pompeya, un yacimiento que en el último año recibió más de cuatro millones de visitantes.

Los arqueólogos de Pompeya han bautizado esta nueva estancia como la "Casa del Tíaso", es decir, la comitiva que se entregaba a los efectos del dios del vino en orgías y bacanales nocturnas.

La representación aporta otro punto de vista a los rituales iniciáticos del culto dionisiaco: la caza. No solo aparece representada en las bacantes armadas con arcos, sino también en un pequeño fresco en la parte superior, donde se distinguen animales vivos y muertos.Según explicó el director de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, las batidas de caza de los seguidores de Dionisio, narradas por Eurípides en las 'Bacantes' (405 a.C.), se convirtieron con el tiempo en una metáfora de la vida desenfrenada. El mito encarnaba en la Antigüedad el lado salvaje e indomable de las mujeres, que abandonaban sus hogares, escapaban de la órbita masculina y se adentraban en los misterios del dios del vino, entregándose a la libertad de los bosques y las montañas.