El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, ha presidido el funeral del jefe del buró político del movimiento islamista palestino Hamas, Ismail Haniyeh, en un acto al que han asistido miles de personas, incluidas la plana mayor política y militar del país.

Jameneí ha encabezado el rezó en la Universidad de Teherán ante los ataúdes de Haniyeh y de su guardaespaldas, identificado como Wasim Abu Shaaban, asesinados la madrugada del miércoles en un ataque atribuido a Israel contra su residencia en Teherán.

La máxima autoridad iraní ha estado flanqueada por el presidente del país, Masud Pezeshkian, el jefe del Poder judicial, Gholamhosein Mohseni Ejei, y el presidente del Parlamento, Mohammad Baqer Qalibaf, además de autoridades militares.

También han estado presentes en el funeral líderes del llamado 'Eje de la Resistencia', una alianza informal antiisraelí, liderada por Teherán, que integran además de Hamas, la Yihad Islámica palestina, el Hizbulá del Líbano y los hutíes de Yemen, entre otros.

Después de realizar la oración fúnebre, el líder supremo de Irán, quien ha jurado vengar la muerte de Haniyeh, se ha despedido de él y se ha solidarizado con sus hijos presentes en la ceremonia.

Masiva marcha funeraria

Miles de personas que se han congregado cerca del recinto universitario, acompañando los féretros del líder de Hamas y su escolta hasta la emblemática plaza Azadi (libertad) de Teherán.

Los participantes que han portado las banderas de Irán, Palestina e Hizbulá, han marchado con gritos de "muerte a Israel" y "muerte a Estados Unidos", al que han acusado de ser cómplice de los "crímenes israelíes".

"El asesinato de Haniyeh es la gota que ha colmado el vaso. Vamos a vengarnos de este y otros crímenes israelíes", ha declarado a EFE Saíd de 46 años, quien portaba una foto del líder palestino.

El ingeniero mecánico, vestido de luto, ha llamado a "acabar con el régimen usurpador de Israel", por lo que ha dicho es necesario "frenar el apoyo incondicional de Washington a Tel Aviv".

Asimismo, Leila, una ama de casa de 54 años, ha pedido al mundo musulmán "unirse contra Israel para eliminarlo de una vez por todas de la faz de la tierra y acabar con el sufrimiento del pueblo palestino".

Para enviar ayuda al pueblo palestino, específicamente, en la Franja de Gaza, a lo largo del camino de la marcha se han instalado varios puestos para recolectar dinero y enviar ayuda humanitaria a los gazatíes, que se encuentran en guerra desde el octubre pasado.

Al terminar el cortejo fúnebre, está programado que los restos de Haniye sean trasladadas a Doha, Catar, donde vivió los últimos años de su vida en exilio, y será enterrado el viernes.

El jefe político de Hamás fue asesinado a las 02:00 hora local del miércoles (22.30 GMT del martes), en un ataque contra su residencia en la capital iraní, horas después de participar en la ceremonia de investidura del presidente del país, Masud Pezeshkian.

Las autoridades persas aún no han dado detalles sobre los hechos, sin embargo, han señalado a Israel como responsable, prometiendo una respuesta dura.

"Con este acto, el criminal y terrorista régimen sionista (Israel) ha preparado el terreno para un duro castigo y consideramos que es nuestro deber vengar el asesinato en el territorio de la República Islámica de Irán", advirtió el miércoles el líder supremo de Irán en un comunicado.

El presidente Pezeshkian, a su vez, aseguró que Israel se arrepentirá del asesinato de Haniyeh, mientras se encontraba de visita oficial en Teherán.

"La República Islámica de Irán defenderá su integridad territorial, su dignidad y honor, y hará que los terroristas invasores (Israel) se arrepientan de su cobarde acción", afirmó.

Irán ya lanzó una ofensiva directa e inédita contra el territorio israelí a mediados de abril pasado, en represalia por el bombardeo contra el consulado iraní en Damasco, Siria, el día 1 del mes.

El ataque bautizado 'Promesa Verdadera', se llevó a cabo con el lanzamiento de 300 misiles y drones, sin dejar víctimas mortales.

Las autoridades iraníes aseguraron en ese momento que la ofensiva había sido "limitada y no integral".

La República Islámica e Israel son enemigos acérrimos, suponen una amenaza existencial mutua, compiten por la hegemonía regional y durante décadas han mantenido una guerra encubierta con ciberataques, asesinatos y sabotajes.