Al borde del precipicio político
¿Y después de Barnier? Los posibles escenarios en Francia si prosperan las mociones de la izquierda y Le Pen
El detonante El primer ministro francés se ha disparado en el pie al activar un mecanismo constitucional (el artículo 49.3) para aprobar los Presupuestos de la Seguridad Social de 2025 saltándose el voto del Parlamento.
El primer ministro Francia, el conservador Michel Barnier, se aproxima al precipicio tras su suicidio político por anunciar un mecanismo constitucional (el artículo 49.3) para aprobar los Presupuestos de la Seguridad Social de 2025 saltándose el voto del Parlamento, dada su falta de apoyos políticos. Paradójicamente, el artículo 49.3 de la Constitución es el que le expone a que la oposición presente una moción de censura. Y así se hizo. Barnier se enfrenta este miércoles a dos mociones de censura presentadas por la izquierda y por la extrema derecha de Marine Le Pen.
Los diputados franceses votarán a partir de las 16.00 horas de este miércoles dos mociones de censura que, salvo imprevisto de última hora, tumbarán al Gobierno encabezado por el primer ministro conservador que lleva en el puesto desde hace solo tres meses. Una situación que dejará al país a las puertas de una nueva crisis política en un momento, además, en el que lucha por controlar un enorme déficit presupuestario. De hecho, en el país galo no se vivía nada igual desde octubre de 1962 con la caída del ex primer ministro George Pompidou, cuando por entonces era presidente el general Charles De Gaulle.
Pese a que Barnier aseguró este martes que todavía su Gobierno podría sobrevivir a la votación, este miércoles por la mañana, el partido de extrema derecha dejó claro que votaría para derrocarlo junto con los partidos de izquierda. La izquierda y la extrema derecha juntas tienen suficientes votos para derrocar al Ejecutivo y todo apunta a que Barnier será el jefe de Gobierno más efímero de la quinta República francesa.
¿Qué posibilidades hay de que prosperen las mociones de censura?
Por un lado, la Asamblea Nacional francesa recibió dos mociones de censura: la presentada por los diputados de la coalición de izquierdas del Nuevo Frente Popular y otra de la formación ultraderechista Agrupación Nacional (RN). La primera fue presentada por La Francia Insumisa, los verdes, los socialistas y los comunistas cuenta con 185 firmas. Mientras, la presentada por el partido de Marine Le Pen y sus aliados de la Unión de Derechas por la República recibió 140 firmas.
Para que la moción de censura salga adelante se necesita alcanzar la mayoría absoluta de votos, donde, además, solo se cuentan los votos favorables. La oposición cuenta con los votos suficientes para cesar el Gobierno de Barnier porque la iniciativa requiere de 288 entre los 577 escaños que conforman la Asamblea para ser aprobada. Así que la suma de los parlamentos de izquierdas y los de extrema derecha debería ser suficiente para alcanzar esa cifra. La primera en votarse será la del Nuevo Frente Nacional, que es la que mayores apoyos tiene y la que más posibilidades tiene de prosperar.
Si no hay sorpresa mayúscula, la primera que se votará -la de los progresistas- prosperará, pues la propia Le Pen adelantó que sus diputados la apoyarían. No obstante, la disciplina de voto en la Asamblea Francesa es distinta a la que rige en el Congreso de los Diputados español.
¿Qué escenarios hay si sale adelante?
Tampoco ocurre lo mismo con las mociones de censura en Francia que en España, ya que no se propone un candidato alternativo del partido o partidos que las presentan. En el país galo, el artículo 50 de la Constitución recoge que "cuando la Asamblea Nacional apruebe una moción de censura o cuando desapruebe el programa o una declaración de política general del Gobierno, el primer ministro deberá presentar la dimisión del Gobierno al presidente de la República".
Sería Emmanuel Macron quien tendría que tomar la decisión, que aunque no se fija ningún plazo, no se entendería que no fuese de manera inmediata. De hecho, el presidente francés ya da por descontado que Barnier caerá y busca sustituto. Esto descarta la opción de que Macron pueda volver a optar por Barnier como hizo por entonces De Gaulle con Pompidou.
Según la prensa, Macron maneja dos nombres que podrían contar con el visto bueno implícito de Le Pen: el del actual ministro de Defensa, Sébastian Lecornu, y el del veterano centrista François Bayrou.
¿Qué pasará si no hay sustituto inmediato?
La situación sería la misma que se vivió entre julio y septiembre de este año, cuando Francia tuvo un Gobierno interino. El mecanismo que rige las mociones de censura también contempla que tanto Barnier como sus ministros permanezcan en el cargo hasta que se nombre a un nuevo primer ministro, ya que es algo que no se hace de forma inmediata.
Este gabinete tendría unos poderes limitados. Básicamente, los ministros y el primer ministro pueden ocuparse de "asuntos de actualidad", pero no pueden formular políticas a largo plazo ni aprobar nuevas leyes. Pero ¿qué pasará con los Presupuestos? Si el gobierno de Barnier es derrocado, caerán también las cuentas de 2025.
No obstante, no habría un cierre total ya que si el Parlamento no lo aprueba el próximo 20 de diciembre, el Gobierno interino podría proponer una legislación especial de emergencia para renovar los límites de gasto y las disposiciones fiscales de este año.
¿Podría convocar elecciones?
Macron, sin embargo, y de acuerdo con la legislación francesa, no puede convocar ahora nuevas elecciones parlamentarias anticipadas y tiene que esperar a mediados de 2025. Así, el presidente de la República tendrá que buscar una solución, sabiendo que, constitucionalmente, no puede disolver la Asamblea ni convocar nuevas legislativas hasta el próximo julio de 2025.
Una situación complicada porque el actual hemiciclo es el más fragmentado que se recuerda en las últimas décadas con tres grandes bloques casi a partes iguales: el de la izquierda, el del centro macronista y el de la ultraderecha de Le Pen y sus aliados. Ninguno de ellos es mayoritario por sí solo, lo que ha provocado el rechazo a los Presupuestos Generales de 2025, que fueron solo apoyados por los macronistas y la muy minoritaria derecha clásica que representa el propio Barnier (Los Republicanos).
¿Dimitirá Macron?
En Francia, el presidente es elegido por separado en el parlamento, por lo que Macron permanecerá en el cargo, a menos que decida renunciar. Desde Arabia Saudí, el presidente francés ha dejado claro que todavía confía en que la moción termine por no prosperar y que no dimitirá. Sobre su dimisión, ha sostenido que "es política de ficción, no tiene ningún sentido".
Mientras, La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, tercer partido en la Asamblea Nacional, es la fuerza que pide explícitamente la dimisión de Macron, al que considera culpable de la inestabilidad política del país desde que el pasado 9 de junio disolviese el hemiciclo y convocase legislativas anticipadas que resultaron en una Asamblea dividida en tres bloques y poco propensa a pactos.