El presunto autor del ataque de este sábado contra una sinagoga en el sur de Francia fue detenido durante la pasada noche en la ciudad de Nimes, a unos 50 kilómetros del lugar, según informó la Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT). El sospechoso disparó sobre los policías que se acercaban, ante lo que respondieron del mismo modo e hirieron "en el rostro" al arrestado, detalló un comunicado de la PNAT la madrugada de este domingo.

El detenido, al que se puede ver en las imágenes sobre estas líneas, es un hombre de 33 años de nacionalidad argelina, tal y como precisaron medios locales. Otras dos personas de su entorno también fueron arrestadas, mientras que continúan las investigaciones sobre la preparación del ataque y de la fuga posterior del autor.

El atentado contra la sinagoga Beth Yacoov de La Grand Motte, una pequeña ciudad turística de la costa mediterránea situada junto a Montpellier, ocurrió en la mañana de este sábado. Dos vehículos aparcados cerca del templo fueron incendiados con una botella de gas, de la que inicialmente se había informado estaba dentro de uno de los automóviles. Ahora la Fiscalía ha precisado que, en realidad, estaba situada cerca de uno de ellos.

El autor también incendió las dos puertas del templo, en el que en esos momentos había cinco personas. Un policía municipal resultó herido por una explosión, aunque no de gravedad. Las autoridades francesas lanzaron inmediatamente una gran operación policial en busca de del presunto autor, ayudadas por las imágenes de las cámaras de seguridad de la sinagoga, que mostraban a un hombre con una pistola en la cintura y una bandera palestina.

La Fiscalía Nacional Antiterrorista anunció poco después que se había hecho cargo de la investigación por tres cargos: intento de asesinato, destrucción con medios peligrosos y asociación de malhechores, todos con motivaciones terroristas. El ministro del Interior en funciones, Gérald Darmanin, aseguró muy poco después que el incendio era "manifiestamente criminal" y el Gobierno ordenó un aumento de la vigilancia policial en torno a las sinagogas y centros culturales judíos. Toda la clase política francesa se apresuró a condenar el ataque y el antisemitismo. "La lucha contra el antisemitismo es una lucha constante, la de una nación unida", afirmó el presidente Emmanuel Macron.