Osama intenta huir con los ojos vendados y las manos atadas mientras es apuntado por cuatro soldados israelíes. Finalmente el menor palestino recibe dos disparos, uno en cada pierna.
En ese momento civiles palestinos acuden a auxiliarle. Piden a los soldados que dejen al joven mientras también son apuntados. Se viven momentos de gran tensión. Al final consiguen sacar al joven de allí y llevarle al hospital, donde logran salvar su vida. "Me dispararon en la pierna izquierda y cuando traté de huir, me vendaron y me maniataron. Luego dispararon a mi otra pierna", relata Osama.
La versión de los militares es que detuvieron a Osama en una manifestación, aunque el menor de 16 años asegura que volvía del funeral de un profesor.
En cualquier caso su familia denuncia la injustificada brutalidad en la detención El ejército israelí ha abierto una investigación que sólo ha sido posible gracias a la presencia de un fotógrafo que captó el momento.
Según las ONG, sólo en el último mes ha habido cuatro casos de palestinos abatidos por fuego letal injustificado sin ninguna consecuencia para quienes aprietan el gatillo.