La Policía holandesa ha detenido a tres hombres sospechosos de terrorismo después de que las autoridades francesas localizaran restos de su ADN en decenas de armas almacenadas en una casa en París relacionada con extremistas de Dáesh.

En un comunicado, la Policía confirmó que los tres detenidos son holandeses, un hombre de 26 años de la provincia de Groninga, otro de 30 sin residencia permanente conocida y un tercero, de 53 años, de Zaanstad.

Un cuarto sospechoso, también holandés, se encuentra ya en prisión cumpliendo sentencia por un crimen con violencia. La Fiscalía detalló en una nota que la Policía francesa descubrió un piso sospechoso en el suburbio parisino de Argenteuil dos días después de los ataques terroristas en Bruselas en marzo de 2016.

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En el apartamento, había cinco fusiles automáticos Kalashnikov, pistolas, 30 kilos de explosivos, detonadores, pasaportes falsos, teléfonos móviles y "escritos yihadistas" de Dáesh. Las huellas de los detenidos se encontraban en las armas de fuego y en una bolsa de deportes, y el ADN obtenido fue comparado con la base de perfiles de sospechosos en los Países Bajos, lo que llevó a la detención de los tres holandeses.

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Los detenidos estaban ya fichados por las autoridades holandesas por vínculos con arrestos previos de sospechosos de terrorismo, según la Fiscalía, y por eso sus nombres se encontraban en la base.