Hasta diez migrantes mexicanas han denunciado presuntos abusos médicos y cirugías forzosas para extirparles el útero. Se trata de unas negligencias que se realizaban sin su consentimiento en el centro de detención de migrantes de Irwin, en Georgia.
En este sentido, Catalina Martínez Coral, directora del Centro de Derechos Productivos, cuenta que a las migrantes "les decían que les iban a quitar un quiste o que le iban a mitigar un problema que tenían de sangrado abundante durante la menstruación"-
Todas las intervenciones fueron perpetradas supuestamente por el mismo médico, al que también se investiga por no constar en ningún registro de la Asociación Americana de Especialidades Médicas.
Algunas se enteraron meses después de que no tenían útero
Las mujeres denuncian que no recibieron ninguna información sobre la intervención a la que se iban a someter, ni tampoco cuidados postoperatorios tras la operación. Algunas de ellas se enteraron meses después de que ya no tenían útero y otras siguen recluidas en el propio centro. "Es una vulneración de los derechos humanos, se deshumanizaba a estas mujeres", denuncia Catalina Martínez Coral.
Precisamente, fue una enfermera, trabajadora del centro, la que denunció públicamente esta situación. En total, hay hasta 60 testimonios de mujeres que denuncian que se les habría realizado algún tipo de intervención innecesaria, entre ellas este tipo de procedimientos.
Varias asociaciones proderechos humanos han instado al país mexicano a que intervenga en la protección de las víctimas y la Secretaría de Relaciones Exteriores de México ya trabaja para que las víctimas puedan presentar una demanda colectiva por estos abusos.