El colectivo LGTBI vive días oscuros en Rusia, donde se bombardea sus derechos a través de legislaciones. En el vídeo conocemos la historia de Anastasia y Anna, que decidieron abandonar el país para escapar de la discriminación que sufrían.
Se casaron en Buenos Aires a principio de año, donde viven con sus cuatro hijos. Todavía recuerdan el miedo que sintieron cuando decidieron cogerse de la mano por primera vez tras dejar su país: "Fue aterrador. Mirábamos a nuestro alrededor y realmente nadie estaba mirando".
Al menos 31 parejas rusas del mismo sexo se han casado en Argentina en lo que va de año. Y es que vivir como miembro de la comunidad LGTBI en Rusia se ha vuelto cada vez más difícil. Una ley prohibe vender los libros de esta temática en el país, a los que se llegó a llamar "propaganda gay", obligando a su retirada total en las librerias.
Lyubov Belatskaya copropietario de libreria 'Todo el mundo es libre', cuenta que avisaron a sus clientes de que informaron al público de que algunos libros desaparecerían, provocando el efecto contrario al deseado: "Por un sentimiento de protesta la gente los compraban".
Esta misma semana, el Kremlin ha presentado una ley que prohibirá el cambio de sexo tanto en el quirófano como en los documentos de identidad. Para muchos trans, entre los que los índices de suicidio ya son muy altos, la única salida es el exilio.
"Como primera política transexual de Rusia puedo decir que esta ley no sólo es discriminadora, sino que prohíbe la propia existencia de la gente trans en Rusia. Es un genocidio contra los transexuales", comentó a EFE Yulia Alióshina, candidata a gobernador por la región siberiana de Altái.