Donald Trump ha abandonado el hospital militar Walter Reed, en el que ha estado ingresado tres días debido a una infección de COVID-19, y ha tomado un helicóptero para regresar a la Casa Blanca. Lo ha hecho a pesar de que sus médicos le han advertido de que todavía "no está fuera de peligro".
Al regreso a su residencia, el presidente estadounidense ha accedido al balcón dela Habitación Azul, se ha retirado la mascarilla y ha saludado a los periodistas allí presentes. Un momento que ha quedado plasmado en las imágenes que acompañan a estas líneas.
El mandatario ha vuelto a mostrarse muy activo en redes sociales, donde ha anunciado que regresará pronto a la campaña electoral para los comicios del 3 de noviembre. "Si el presidente regresa mañana a la campaña electoral será un héroe invencible que sobrevivió al virus chino y a los trucos de los demócratas", ha escrito en una publicación de Twitter.
Trump ha asegurado en la misma red social que "no hay que tener miedo al COVID-19" e, incluso, ha afirmado sentirse "mejor que hace 20 años". "¡Me siento realmente bien! No le tengas miedo al COVID-19. No dejes que domine tu vida. Hemos desarrollado, bajo la Administración Trump, algunos medicamentos y conocimientos realmente excelentes", ha añadido.
Sin embargo, Sean Conley, médico personal del presidente, no se ha mostrado tan convencido de su recuperación. En declaraciones a los medios ha reconocido que el mandatario "no está fuera de peligro" y que se encuentra de hecho en un "terreno no explorado" por otros pacientes de COVID-19 debido al tipo de tratamiento que ha recibido.
Estamos un poco en terreno no explorado al tratarse de un paciente que ha recibido este tipo de terapias"
"Estamos un poco en terreno no explorado, al tratarse de un paciente que ha recibido el tipo de terapias que él ha recibido en un punto tan temprano de su tratamiento", ha explicado a los periodistas fuera en las inmediaciones hospital militar Walter Reed.
En la misma línea se ha pronunciado Anthony Fauci, el responsable científico de la lucha contra este virus en Estados Unidos, que ha advertido de una recaída en los próximos días. Sí ha reconocido que Trump tiene "buen aspecto", aunque ha recordado que los síntomas pueden regresar "cuando solo han pasado de cinco a ocho días" del comienzo de la enfermedad.
Trump ha recibido un tratamiento experimental
El dirigente estadounidense es de los primeros pacientes conocidos de COVID-19 a los que se ha suministrado una combinación de tratamientos potentes, como el cóctel experimental de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron, el antiviral Remdesivir y el esteroide dexametasona.
La dexametasona suele ser suministrada normalmente en casos graves de la COVID-19, y muchos doctores se han mostrado en contra de su administración en fases tempranas de la enfermedad, como en la que se encuentra Donald Trump.
Por el momento, el presidente continuará en aislamiento y, según ha explicado su médico, estará siendo supervisado para comprobar si su carga viral va reduciéndose y si da negativo en COVID-19 en los próximos días.